Santiago.- Hoy en día para la mujer, al igual que para los hombres, todo es posible. Los tabúes fueron sepultados. Las mujeres acabaron con ese esquema y salvo excepciones, si existen, se impuso la igualdad, como ellas han querido ...casi, casi. La joven santiaguera Paola Cuello, con apenas 24 años, ha hecho otro gran aporte a favor de la mujer dominicana como árbitro de baloncesto y en gran escala.
Cuello es una de solo dos mujeres árbitros en el baloncesto del país y actualmente primera y única con licencia internacional, aprobada por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).
Recientemente fue escogida por la Fibaaméricas para participar en el Torneo Mundial Femenino, que se celebrará del 23 de septiembre al tres de octubre en República Checa.
Rompiendo esquemas
La exjugadora de baloncesto superior con el Gregorio Urbano Gilbert (GUG), en un período no más de dos años (2000-2001), abraza su retiro y decide dar la mano a su tío Alfredo Cuello, dirigente del equipo del sector INVI, donde reside.
De repente, cuando su tío pasa a presidir el club se convierte en dirigente de categorías mini, mini benjamín, infantil y juvenil, rompiendo esquemas tradicionales donde se creyó que eso “era cosa de hombre”, no de mujeres.
Pese a la rigurosidad de su tren de vida, de familia de limitados recursos, Paola se mantiene ligada al baloncesto, pero sin obviar su preparación académica.
Tampoco su responsabilidad como profesora de educación física y de inglés en un colegio privado. Tomó cursos de programación a nivel universitario y estudió ingeniería industrial.
Inspirada por su amor y pasión por el baloncesto, Paola participa en un curso de anotación y arbitraje, cuando se pensó que optaría por lo primero, se inclinó y prefirió lo segundo, pese a consejos e insinuaciones de que desistiera.
Como árbitro, por ser mujer, muchos entendieron, menos ella, que el campo era pequeño y el futuro incierto.
Paola ha demostrado lo contrario y ella entiende que “pese a ser un país de machistas, impartir justicia en cancha le ha dado lucha, pero mucha satisfacción”.
La presión de los jugadores, en principio, era constante, todas sus llamadas, más bien la mayoría, eran protestadas.
“Lo primero que me propuse fue respetar a los jugadores, para que me respetaran y lo logré, en base a las llamadas correctas y al pito”, en su caso, principal “arma de reglamento”.
MÁS QUE TRABAJO LE RESULTA UNA PASIÓN
En su caso, quizás como muchos de sus compañeros, arbitrar, más que un oficio o trabajo, constituye un gran placer, producto del amor y pasión que siente por el baloncesto.
Y así como expuso un gran político dominicano, también en baloncesto, como árbitro, “hay que ser sordo y ciego”, sin necesidad de dejar de aplicar justicia. La tolerancia también juega su papel.
Para ella, los jugadores no todos son iguales en su comportamiento, como tampoco los juegos en su desarrollo.
“Todos son diferentes. Hay que conocerlos, entenderlos, pero no privilegiarlos”, enjuicia. Como mujer, Paola no es única, tampoco está sola en el baloncesto dominicano y también ejerce esas funciones Laritsa Díaz, nativa de Hato Mayor.
Ambas optaron por la llamada licencia internacional (FIBA) pero por el momento solo Paola la alcanzó y según ella, Laritsa, también la logrará.
Conseguir la licencia, para nadie, hombre o mujer, se torna fácil y “hay que tener preparación física como los mismos jugadores, aprender y conocer las reglas y su aplicación y en adición, saber otro idioma, preferiblemente el inglés”.
Todo esto se conjuga en un examen práctico y teórico. Ya en el camino, con actuaciones en los diferentes torneos nacionales, Paola, aún soltera, tiene como meta representar al país dignamente en competencias internacionales y poder ser ejemplo a seguir por otras generaciones de mujeres, de que “poder es querer y que todo se logra con dedicación y esfuerzo”.
Lo que más satisface, en adición a la aceptación y reconocimiento de su trabajo, lo que le valió el premio de Árbitro del Año en la escogencia de la crónica deportiva de Santiago, “es la solidaridad, respaldo y motivación de mis compañeros árbitros”.Rolin Fermín
No hay comentarios:
Publicar un comentario