Una fuerte tormenta de nieve que avanzaba al norte por la costa este impedía la circulación ayer y decepcionaba a los vendedores justo antes de Navidad, tras golpear la costa central atlántica con casi 60 centímetros (2 pies) de nieve y causar cinco muertes.
Aeropuerto Las América. La nevada que afecta la costa Este de los Estados Unidos obligó a las aerolíneas a suspender ayer los vuelos desde Nueva York a la República Dominicana, lo que afectó a cientos de dominicanos que tradicionalmente llegan al país en esta temporada de Navidad.
Mientras, decenas de pasajeros que pretendían viajar a los Estados Unidos se encontraban también varados en esta terminal, por la misma causa.
Los vuelos comerciales 821 y 819, de la aerolínea Jet-Blue, procedentes de Nueva York, fueron cancelados debido a las malas condiciones del tiempo.
Según confirmaron reporteros de este diario también se suspendió el vuelo 631 de American Airlines y el 493 de la aerolínea Delta Airlines, procedentes de Nueva York.
Ante las dificultades se recomendó a los pilotos de vuelos privados y de cargas suspender cualquier tipo de operación hacia territorio estadounidense, mientras prevalezca el mal tiempo.
Las aeronaves que tenían previsto salir en la mañana y en la tarde de ayer se encuentran estacionadas en el área de rampa de la terminal aeroportuaria.
Hasta la tarde de ayer sólo habían llegado vuelos desde Cuba, Panamá, Miami, San Juan, Atlanta, Antigua y Caracas.
Los pasajeros
De acuerdo con informaciones de los pasajeros, algunos han tenido que cambiar de ruta para poder llegar a Nueva York, a través de Miami, Florida.
Los reportes señalan que brigadas de trabajadores del área de mantenimiento del aeropuerto John. F Kennedy, de esa urbe, están laborando afanosamente en el retiro del hielo de la pista de aterrizaje.
Pese al mal tiempo. Aunque la llegada de pasajeros se redujo ayer, decenas de dominicanos y turistas tocaron suelo dominicano.
Alejandro Cedano, uno de los miles de dominicanos que dejó suelo patrio en busca de mejor suerte, llegó ayer desde Puerto Rico, donde reside desde hace 20 años.
Al llegar a Las Américas sólo atinó a decir que se sentía feliz.
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