Si los dominicanos tenían dudas sobre la eficacia de un Tribunal Constitucional, sólo tienen que conocer la decisión del Tribunal Constitucional colombiano, que acaba de prohibirle al presidente Álvaro Uribe la posibilidad de presentarse a un tercer período presidencial. La Corte no sólo derogó la ley que autorizaba el tercer período por vicios en su trámite en el Congreso, por siete votos a favor y dos en contra, sino que fue más allá. Por cinco votos a favor y cuatro en contra, el tribunal consideró que no es viable que una persona ocupe por tercera vez la presidencia.
Según la Corte, este deseo no es posible porque sustituiría el modelo político adoptado en 1991, cuando Colombia se declaró como un estado social de derecho.
La nueva Constitución dominicana en su artículo 7, define al Estado dominicano como estado social y democrático de derecho.
A eso es que aspiramos en el país y que la nueva Carta Magna permite: que la Constitución esté por encima de los intereses inmediatos de las élites políticas o de determinado líder.
Que el texto constitucional sea sagrado para los ciudadanos y para los gobernantes.
Hay que señalar que la Corte Constitucional colombiana aparece en todas las encuestas con las más altas calificaciones en el sentir de la gente. Aspiramos a una democracia real, con vigencia de la ley, y con la garantía de que la misma será cumplida.
Queremos ver ejemplos como ése en nuestro país. atejada@diariolibre.com
De Diario Libre
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