Un aparente ataque de nervios de Francisco Alberto Carela Castro, acusado de filmar parejas en moteles e investigado en torno al atentado contra el abogado Jordi Veras, impidió ayer que el Juez de Atención Permanente conociera una solicitud de prisión preventiva en su contra.
El imputado, quien se hacía pasar por coronel, tan pronto era conducido desde el hospital de la Policía Nacional, donde estaba ingresado, hacia el tribunal del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, se desplomó al piso, lo que pareció era un preinfarto, por lo que fue llevado al tribunal por agentes de protección judicial.
Las autoridades investigan si Carela Castro tiene alguna responsabilidad en el atentado de que fue víctima el abogado Jordi Veras el pasado dos de junio y sobre otros actos de sicariato.
Desde que era conducido al tribunal, el imputado mostró como si estuviera presentando dificultades de salud, ante la mirada de decenas de presos que escuchaban su queja de dolor, quienes se echaban a un lado.
Esto provocó que el juez José Alejando Vargas Guerrero invitara al fiscal adjunto Dante Castillo Medina, del Departamento de Casos Mayores de la Fiscalía, y a una abogada de Defensoría Pública, a que lo llamaran al estrado y recomendó el internamiento hasta tanto éste estuviera en condiciones para conocerle la medida de coerción.
Ante ese pedimento, el imputado, bajo estrictas medidas de seguridad y cargado por los agentes policiales fue conducido junto a su madre al hospital Padre Billini, desde donde fue devuelto tres ser chequeado y no presentar problemas de salud.
La vista está pautada para mañana a las 6:00 de la tarde cuando será llevado al tribunal para conocerle la medida de coerción.
Según trascendió, ese mismo cuadro presentado por Carela Castro ante el tribunal fue mostrado en la Policía Nacional cuando era interrogado, por lo que tuvo que ser llevado al hospital de la institución, donde fue ingresado.
En torno al caso, el juez Vargas Guerrero dicto prisión preventiva en contra de José Bianney García, e impuso una garantía económica de 100 mil pesos a Marino Enrique Carela Vilorio, impedimento de salida y presentación periódica, hasta tanto el ministerio público concluya con la pesquisa.
De acuerdo con la Fiscalía, los imputados instalaban sofisticadas cámaras ocultas de espionaje inalámbrico en los moteles, especialmente en las habitaciones VIP, para luego capturar los videos de las relaciones íntimas de personas adineradas, procediendo a darles seguimiento en vehículos alquilados en dealers para establecer su residencia.
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