lunes, 8 de noviembre de 2010

Vivir con un enfermo de Alzheimer

Tensión e incertidubre. La psicóloga Ana Simó habla a ¡Vivir! sobre las secuelas físicas y mentales que deja a los cuidadores de personas que padecen este mal
Escrito por: NELLY RAMÍREZ (n.ramirez@hoy.com.do)

Quién eres tú? ¿Cómo te llamas? ¡Cuánto tiempo! son algunas de las preguntas que con frecuencia suelen hacer las personas que tienen Alzheimer a quienes los cuidan, y familiares en general.

Otros tipos de conducta es mirarse al espejo y no reconocerse a sí mismo, creer que se trata de otra persona, dejar utensilios que no son propios de un área de la casa en otra, como por ejemplo: los de la cocina en el baño y viceversa; pasar de un estado pasivo y dócil a violento, etc.

Estos cambios de comportamiento en las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer afectan física y mentalmente a los familiares que tienen a su cargo la responsabilidad de cuidarle diariamente, porque no saben a qué abstenerse, cuál va a ser su actitud dentro de una hora, dos, en la tarde, al otro día; viven en un estado de tensión e incertidumbre, pero no sólo ellos, sino también todo el entorno familiar.

La psicóloga y terapeuta familiar Ana Simó explica las secuelas que deja a los cuidadores de pacientes con Alzheimer.

“Los familiares más cercanos viven momentos de mucha tensión, pues existe una ambivalencia, no se saben cómo reaccionará el paciente en determinado momento, además del deterioro físico y mental que esto conlleva”.

Indica la experta de la conducta que es una situación complicada y que a veces los familiares desconocen sobre el desarrollo progresivo de la enfermedad, la que con el tiempo, hace que el paciente dependa totalmente de otros, lo que hace que la vida de todos en donde haya un paciente con Alzheimer se transforme, debido a que todo girará en torno a la persona enferma.

“El cuidador muchas veces se torna agresivo, con dolores musculares y desmotivado, debido a la ansiedad que le produce esta ardua y complicada tarea”, agrega la doctora Simó en esta entrevista para ¡Vivir!.

¿Cómo manejar la situación? Dice la psicóloga Simó que la mejor manera es conocer la enfermedad a fondo es que todos los integrantes de la familia, de manera conjunta visiten al especialista y le pregunten sobre el desarrollo de la enfermedad para que de esa manera puedan estar conscientes sobre los cambios de conducta que pueden presentar estos pacientes.

“De esta manera todos sabrán que no es manipulación de estos, sino que es parte de la enfermedad”, indica.

Recomienda, asimismo la doctora Simó, hacer siempre y únicamente lo que indique el médico y no inventar con cosas caseras ni nada que se crea pueda ayudar a alivianar la situación.

¿Por qué se tornan violentos?. Señala la especialista que tal vez por el mismo hecho de ver su deterioro, por tener que asumir que dependen del cuidado total de otro.

Al final del cuidado, qué? Mientras más cercano emocionalmente, más le dolerá, hay que recordar que todo cambio en el ser humano trae una la reacción, que al inicio es negativa. Y estamos hablando de ver a su pariente debilitarse y eso produce mucha impotencia”, expresa la doctora Simó.

El mal de Alzheimer

Deterioro de la memoria

Es una demencia progresiva que tiene el déficit de memoria como uno de sus síntomas más tempranos y pronunciados. Generalmente el paciente empeora, y esto lo muestra mediante problemas perceptivos, del lenguaje y emocionales, a medida que la enfermedad avanza. A nivel neuronal está asociada con el desarrollo de placas y ovillos de fibras que van recubriendo el cerebro. En un 50% ocurre en personas mayores de 65 años.

El especialista

Doctora Ana Simó

consultandoconanasimo@hotmail.com

El vínculo afectivo

Explica la psicóloga que es vital el afecto de los cuidadores hacia los enfermos de Alzheimer. Les recomienda por eso sacar tiempo para descansar y desconectarse para poder revitalizarse, para que todo lo que haga para esa persona sea con amor, con un tono de voz agradable, con voz baja y pasiva, no alterarse puesto que esto puede influir a que el paciente se ponga agresivo.

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