Los chilenos de la ciudad de Concepción vivieron ayer momentos de pánico cuando de manera errónea se dio anuncio de tsunami.
CONSTITUCION, Chile El temor a un nuevo tsunami llevó ayer a cientos de aterrados chilenos a huir de las ciudades costeras, donde la cifra de muertos por la tragedia del fin de semana iba más en aumento.
Mientras las réplicas sísmicas hacen revivir a diario el fuerte terremoto y posterior tsunami del sábado que dejaron al menos 802 muertos en el centro-sur de Chile, el aullido de sirenas y gritos de alerta generaron una multitudinaria disparada hacia las colinas que dominan el balneario, cuyas áreas bajas fueron arrasadas por las olas.
Cientos de autos emprendieron una masiva retirada de la ciudad, apurándose hacia las rutas donde los agentes intentaban con escaso éxito organizar el tránsito, para recién detenerse en las alturas de la zona, la más afectada por la catástrofe.
"Ibamos hacia la ciudad pero los conductores nos hacían señales para que diéramos la vuelta porque se acercaba un tsunami", explicó Ignacio Guttieres de Chile TV. Nelson Muna y Patricia Salgado habían llegado a Constitución para ofrecer agua y alimentos a los miles de residentes que perdieron sus hogares. "Estábamos distribuyendo provisiones y vimos que todos corrían al grito de 'tsunami' --incluso los soldados corrían-- y dejamos todo y corrimos", narró Muna. "Todavía estoy muy asustada", acotó Salgado, visiblemente trémula.
La ayuda en Concepción.- El gobierno inició ayer la primera distribución de raciones de comida a los desesperados sobrevivientes del terremoto del sábado en esta población que permanece bajo control militar y en donde dos potentes réplicas hicieron cundir el pánico. Unos 150 camiones militares entraron en la mañana a la ciudad con la primera gran carga de alimentos que fue depositada en un supermercado saqueado el domingo, donde grupos de soldados y voluntarios preparaban las bolsas plásticas con los productos para su entrega a los sobrevivientes del terremoto. Unas horas después, dos potentes réplicas, incluida la más fuerte registrada desde el domingo, de magnitud 5.9 y 6, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, desencadenaron el pánico debido a que ocurrieron a solo seis segundos de diferencia y en Concepción la población corrió hacia las colinas.
Asume culpa.- — La armada reconoció que su servicio oceanográfico no alertó claramente a la presidenta Michelle Bachelet de la inminencia del tsunami posterior al terremoto del sábado que dejó 802 muertos.
El jefe de la armada, almirante Edmundo González, dijo el martes por la noche a la televisión estatal que “la Presidenta llamó para ver si se mantenía la alerta. Nosotros fuimos poco claros en la información que le entregamos”, reconoció. Bachelet calificó el reconocimiento de González de “mucha hombría” porque “ llamé reiteradamente por la alerta de tsunami. Había un problema de comunicaciones”.
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