El director de emergencias nombrado por el estado,
Kevyn Orr, pidió permiso a un juez federal para otorgar a la ciudad
protección por bancarrota.
Si llegara a ser aprobada, se le permitiría liquidar activos de la ciudad para satisfacer a sus acreedores y pensionistas.
Detroit detuvo el mes pasado los pagos de deudas no
aseguradas para mantener la ciudad funcionando, mientras Orr negociaba
con sus acreedores. Les propuso un arreglo por el cual aceptarían 10
centavos por cada dólar de lo que se les debía.
Uno de los factores de la caída en las finanzas fue la pérdida de población.
No hay comentarios:
Publicar un comentario