El régimen de facto de Honduras cerró ayer dos medios de comunicación tras decretar la restricción de las libertades públicas, al tiempo que el derrocado presidente Manuel Zelaya, cuyo regreso fue criticado por Washington, pidió a la comunidad internacional que actúe con mayor prontitud.
TEGUCIGALPA.AFP. El régimen de facto de Honduras cerró ayer dos medios de comunicación tras decretar la restricción de las libertades públicas, al tiempo que el derrocado presidente Manuel Zelaya, cuyo regreso fue criticado por Washington, pidió a la comunidad internacional que actúe ya.
Al cumplirse ayer tres meses del golpe de Estado del 28 de junio y una semana del regreso del presidente derrocado a Honduras, la Policía impidió ayer una marcha de seguidores de Zelaya, en el primer día de vigencia del estado de excepción impuesto por el gobierno de facto. Centenares de manifestantes se congregaron durante la mañana frente a la Universidad Pedagógica, en el este de Tegucigalpa, pero un fuerte contingente policial cortó el paso a la multitud para impedir que marchara hacia el centro de la capital.
La madrugada del lunes efectivos militares y policías allanaron los locales de la radioemisora Globo y del canal 36 de televisión y los sacaron del aire, según constató un periodista de la AFP. Ambos medios eran los únicos de cobertura nacional que mantenían su apoyo a Zelaya.
El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, declaró sin embargo el lunes que está dispuesto a "derogar" el decreto que restringe las garantías constitucionales. Continua AQui
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