Algunos de los presentes en el sepelio pedían justicia para “que los culpables paguen” por el hecho que dejó una familia desolada y huérfanos a siete hijos, mientras parientes y colegas calificaron a Rojas como “un hombre ejemplar”.
El periodista y abogado, de 52 años, había sido trasladado desde el hospital Darío Contreras, donde duró tres semanas, y murió en el Hospital General Plaza de la Salud tras sufrir una hemorragia interna debido a que las heridas de bala le afectaron el hígado y otros órganos internos.
Según las informaciones, los hombres se presentaron al colmado de la víctima, ubicado en la urbanización Ralma, en el municipio Santo Domingo Este, donde lo atacaron cuando Rojas intentó huir de sus asaltantes, quienes le dispararon por la espalda.
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