T erry Francona, de los Indios de Cleveland, y
Clint Hurdle, de los Piratas de Pittsburgh, fueron nombrados el martes
los Managers del Año, tras una temporada en que guiaron a sus
respectivos equipos a una recuperación notable, pese a contar con
presupuestos austeros.
Francona superó a John Farrell, quien se coronó con los Medias Rojas de Boston en la Serie Mundial, por 112 puntos contra 96, en una cerrada votación para definir al mejor piloto del año en la Liga Americana. La votación corrió a cargo de un panel de la Asociación de Periodistas de Béisbol de Estados Unidos.
Es la primera vez que Francona recibe este premio pese a que, en una curiosidad del destino, llevó a los Medias Rojas a los títulos de la Serie Mundial en 2004 y 2007. En su primera campaña con los Indios, Francona logró que el equipo cosechara 24 triunfos más que en la temporada anterior, y coló a Cleveland a la postemporada por primera ocasión en seis años.
Los Indios cayeron en el juego de comodines ante Tampa Bay, pero la votación se realiza antes de la postemporada.
“Éste ha sido uno de los años más divertidos que he vivido”, dijo Francona en una entrevista con MLB Network.
A diferencia de la apretada votación que definió al Manager del Año en la Americana, Hurdle arrasó en la Nacional. Se llevó 25 de los 30 votos al primer lugar por parte del panel, luego de llevar a los Piratas hasta los playoffs, en la primera campaña de Pittsburgh con más triunfos que derrotas desde 1992.
Don Mattingly, de los Dodgers de Los Ángeles, fue segundo en la votación y el cubano Fredi González, de los Bravos de Atlanta, se ubicó tercero.
“Esto es un tanto abrumador, a decir verdad”, dijo Hurdle. “Me siento honrado. Es algo gratificante desde un punto de vista de toda la organización”.
También Hurdle, de 56 años, obtuvo por primera vez este galardón. Su mejor puesto en la votación había sido el tercero en 2007, cuando encaminó a los Rockies de Colorado hasta la Serie Mundial.
Sólo otro piloto de Pittsburgh había ganado el premio, Jim Leyland en 1990 y 1992. En esos años y también en 1993, los Piratas conquistaron el título divisional.
Después de aquel tricampeonato en la División Central, los Piratas se hundieron en una racha de 20 campañas seguidas con foja perdedora, la peor de todos los equipos de cualquier deporte profesional en Estados Unidos. Este año, su récord fue de 94-68, y les valió el boleto de comodín.
Francona superó a John Farrell, quien se coronó con los Medias Rojas de Boston en la Serie Mundial, por 112 puntos contra 96, en una cerrada votación para definir al mejor piloto del año en la Liga Americana. La votación corrió a cargo de un panel de la Asociación de Periodistas de Béisbol de Estados Unidos.
Es la primera vez que Francona recibe este premio pese a que, en una curiosidad del destino, llevó a los Medias Rojas a los títulos de la Serie Mundial en 2004 y 2007. En su primera campaña con los Indios, Francona logró que el equipo cosechara 24 triunfos más que en la temporada anterior, y coló a Cleveland a la postemporada por primera ocasión en seis años.
Los Indios cayeron en el juego de comodines ante Tampa Bay, pero la votación se realiza antes de la postemporada.
“Éste ha sido uno de los años más divertidos que he vivido”, dijo Francona en una entrevista con MLB Network.
A diferencia de la apretada votación que definió al Manager del Año en la Americana, Hurdle arrasó en la Nacional. Se llevó 25 de los 30 votos al primer lugar por parte del panel, luego de llevar a los Piratas hasta los playoffs, en la primera campaña de Pittsburgh con más triunfos que derrotas desde 1992.
Don Mattingly, de los Dodgers de Los Ángeles, fue segundo en la votación y el cubano Fredi González, de los Bravos de Atlanta, se ubicó tercero.
“Esto es un tanto abrumador, a decir verdad”, dijo Hurdle. “Me siento honrado. Es algo gratificante desde un punto de vista de toda la organización”.
También Hurdle, de 56 años, obtuvo por primera vez este galardón. Su mejor puesto en la votación había sido el tercero en 2007, cuando encaminó a los Rockies de Colorado hasta la Serie Mundial.
Sólo otro piloto de Pittsburgh había ganado el premio, Jim Leyland en 1990 y 1992. En esos años y también en 1993, los Piratas conquistaron el título divisional.
Después de aquel tricampeonato en la División Central, los Piratas se hundieron en una racha de 20 campañas seguidas con foja perdedora, la peor de todos los equipos de cualquier deporte profesional en Estados Unidos. Este año, su récord fue de 94-68, y les valió el boleto de comodín.
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