AFP
Nueva York aprobó ayer una legislación que sube la
edad legal para comprar cigarrillos de 18 a 21 años, convirtiéndose así
en la primera gran ciudad estadounidense en tomar este tipo de medida
que busca desalentar el consumo de tabaco entre los jóvenes.La
iniciativa, que enmienda una norma ya existente en la ciudad, fue
adoptada por 35 votos a favor y 10 en contra, indicó a la AFP una vocera
del Concejo Municipal. Bastaba una mayoría simple de 26 de los 51
miembros para que la enmienda fuese aprobada.
La legislación también establece en 21 años la edad mínima para poder comprar cigarrillos electrónicos. La comisión de salud del Concejo había adoptado la medida el martes por 8 votos a favor y ninguno en contra.
El alcalde Michael Bloomberg, un exfumador convertido en acérrimo enemigo del cigarrillo, tiene ahora que firmar la iniciativa para que ésta entre en vigencia, algo sobre lo que no hay dudas.
"Aumentando la edad para fumar a los 21 años, ayudaremos a evitar que otra generación tenga los problemas de salud y la menor esperanza de vida que viene acarreada con el cigarrillo", dijo en ese sentido el miércoles Bloomberg al reaccionar a la votación.
"Sabemos que la dependencia del tabaco puede empezar muy poco después de que un joven prueba el cigarrillo por primera vez, por lo cual es clave impedir que los jóvenes fumen incluso antes de que empiecen", agregó.
Nueva York ya tiene una legislación particularmente dura en materia de tabaco.
Desde 2002, cuando asumió el cargo, Bloomberg no ha dado respiro a los fumadores con un cóctel efectivo: alzas de impuestos para encarecer el precio del paquete de cigarrillos y prohibición de fumar en oficinas, restaurantes, bares, plazas y playas.
Los impuestos municipales y estatales agregan 5,85 dólares al costo del paquete de cigarrillos en Nueva York, cuyo precio final al consumidor se sitúa alrededor de los 12 dólares para las marcas más conocidas.
Un porcentaje estable de fumadores entre los jóvenes
Aunque el porcentaje de fumadores en la ciudad cayó de 21,5% en 2002 a 14,8% en 2011, entre los jóvenes se mantiene estable en 8,5% desde 2007, de acuerdo con cifras de la alcaldía.
Las autoridades esperan que al elevar la edad legal el tabaquismo se reduzca un 55% entre los jóvenes de 18 a 20 años.
En efecto, la presidenta del Concejo Municipal, Christine Quinn, había dicho al momento de lanzar la medida que "demasiados fumadores empiezan a adoptar esta costumbre mortal antes de los 21 años".
"Atrasando la edad a partir de la cual nuestros jóvenes tienen acceso a tabaco, disminuimos la probabilidad de que un día comiencen a fumar", había indicado.
La cruzada de Bloomberg contra el cigarrillo ha enardecido a sus detractores, que acusan al multimillonario empresario de 71 años de haberse convertido en la "niñera" de la ciudad por su papel de adalid de la vida sana.
En ese sentido, el alcalde sufrió este año una dura derrota en la justicia por su intención de prohibir la venta de sodas gigantes (de casi medio litro). Tras dos reveses en primera y segunda instancia, la ciudad apeló ante un tribunal superior.
Bloomberg abandonará su cargo a fin de año tras tres mandatos consecutivos.
La legislación también establece en 21 años la edad mínima para poder comprar cigarrillos electrónicos. La comisión de salud del Concejo había adoptado la medida el martes por 8 votos a favor y ninguno en contra.
El alcalde Michael Bloomberg, un exfumador convertido en acérrimo enemigo del cigarrillo, tiene ahora que firmar la iniciativa para que ésta entre en vigencia, algo sobre lo que no hay dudas.
"Aumentando la edad para fumar a los 21 años, ayudaremos a evitar que otra generación tenga los problemas de salud y la menor esperanza de vida que viene acarreada con el cigarrillo", dijo en ese sentido el miércoles Bloomberg al reaccionar a la votación.
"Sabemos que la dependencia del tabaco puede empezar muy poco después de que un joven prueba el cigarrillo por primera vez, por lo cual es clave impedir que los jóvenes fumen incluso antes de que empiecen", agregó.
Nueva York ya tiene una legislación particularmente dura en materia de tabaco.
Desde 2002, cuando asumió el cargo, Bloomberg no ha dado respiro a los fumadores con un cóctel efectivo: alzas de impuestos para encarecer el precio del paquete de cigarrillos y prohibición de fumar en oficinas, restaurantes, bares, plazas y playas.
Los impuestos municipales y estatales agregan 5,85 dólares al costo del paquete de cigarrillos en Nueva York, cuyo precio final al consumidor se sitúa alrededor de los 12 dólares para las marcas más conocidas.
Un porcentaje estable de fumadores entre los jóvenes
Aunque el porcentaje de fumadores en la ciudad cayó de 21,5% en 2002 a 14,8% en 2011, entre los jóvenes se mantiene estable en 8,5% desde 2007, de acuerdo con cifras de la alcaldía.
Las autoridades esperan que al elevar la edad legal el tabaquismo se reduzca un 55% entre los jóvenes de 18 a 20 años.
En efecto, la presidenta del Concejo Municipal, Christine Quinn, había dicho al momento de lanzar la medida que "demasiados fumadores empiezan a adoptar esta costumbre mortal antes de los 21 años".
"Atrasando la edad a partir de la cual nuestros jóvenes tienen acceso a tabaco, disminuimos la probabilidad de que un día comiencen a fumar", había indicado.
La cruzada de Bloomberg contra el cigarrillo ha enardecido a sus detractores, que acusan al multimillonario empresario de 71 años de haberse convertido en la "niñera" de la ciudad por su papel de adalid de la vida sana.
En ese sentido, el alcalde sufrió este año una dura derrota en la justicia por su intención de prohibir la venta de sodas gigantes (de casi medio litro). Tras dos reveses en primera y segunda instancia, la ciudad apeló ante un tribunal superior.
Bloomberg abandonará su cargo a fin de año tras tres mandatos consecutivos.
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