Sosua, Puerto Plata. Después de pasar toda su
vida trabajando en su país, Alemania, vinieron a Sosúa para cumplir
con el sueño de sus vidas: vivir bajo palmas, rodeados del mar y en
tranquilidad total.
En lugar de ello, los propietarios y accionistas de la Academia AFFH S.R.L y el proyecto de la Mulata 3 están viviendo una pesadilla desde el 17 de octubre del año pasado: han sido acusados de tráfico de órganos y de armas, además de recibir insultos, acusaciones que según aseguran están llenas de falsedad y de mentiras.
Tras afirmar que son gente muy honorable, sostienen que todo “el acto” en el que fueron humillados por miembros de la Policía Nacional fue una “comedia diabólica” que los ha dejado sin su dinero para subsistir.
Los extranjeros suplicaron al presidente Danilo Medina, al jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo; y al procurador de la República, Francisco Domínguez Brito, hacer una profunda investigación con relación al robo de todas sus pertenencias, que son fruto de su trabajo y de sus pensiones, dinero que iba a ser usado para su sustentación y la conclusión de las instalaciones del colegio alemán.
Michael Salb, Heike Salb, Lilnich Muhl, Esther Battaiwi, Ellen Platen, Nils Nepper, Sandra Pptrgen, María Magdalena Lauer y Ute Moch Hullen dijeron que ellos no forman parte de ninguna secta religiosa, que jamás traficarían con niños porque ellos son padres de familia y que nunca tuvieron en su poder un arsenal de armas, tal como señalaron la Policía Nacional y la fiscalía de Puerto Plata en un informe.
El abogado de las partes, José Carlos Balbuena, dijo que el caso tiene trascendencia internacional, por lo que está convencido que se hará justicia. Observó que la acción legal comprende dos acciones legales por daños y prejuicios.
El conflicto. El allanamiento del 17 de octubre de 2012, según explica el grupo, fue producto de la ambición de Klaus Dieter Müller, quien supuestamente ha querido ser el presidente del terreno aunque sabe que no puede serlo porque el presidente de la compañía, Peter Brunck, aún está vivo.
Argumentaron que como no pudo apropiarse del terreno, Klaus Müller ha propagado a nivel internacional mentiras y desinformaciones sobre Peter Brunck.
Explicaron que Peter Brunck es un científico serio y autor de muchos libros y no es un traficante, ni de órganos ni de armas, y que Klaus Müller ha dado todas los informaciones negativas a la prensa y “él ha pagado mucho dinero para esto. Pero nosotros queremos que este caso se esclarezca”.
Brunck, explicaron, vino a la República Dominicana hace 12 años para darle vida al complejo residencial Pueblo AFFH en La Mulata 3. Ahora Müller quiere obtener la mayoría del proyecto, aseguran, para su beneficio personal. Por eso están seguros que preparó el ataque del 17 de octubre de 2012.
La escuela. El Colegio Alemán de Sosúa, que es miembro de la Asociación Mundial de colegios alemanes en el extranjero (WDA), es la única escuela alemana en el Caribe. “Nosotros hemos construido la escuela alemana de Sosúa para permitir a los niños alemanes y dominicanos una educación particularmente buena, una educación que excede el estándar normal del país. Toda la escuela fue financiada por dos familias de fondos privados, aproximadamente por 350 mil euros, ascendente a 17 millones de pesos y hasta el embajador Alemán cuando vino a visitarnos se asombró de este proyecto“, dijeron.
La academia, que tiene 5 años funcionando, está aprobada por las autoridades dominicanas y funcionaba hasta que el allanamiento. Después de eso, los padres no han vuelto a mandar a sus hijos, a pesar de que tienen más de 6,000 libros escolares y muchos otros materiales de entrenamiento de física y química que fueron comprados en Alemania.
“Por lo tanto, la escuela tiene una gran importancia por la República Dominicana. Desde el principio esta escuela no fue deseada por Klaus Dieter Müller, ya que su plan para adquirir el “terreno” fue gravemente obstaculizada. Por lo tanto, desde el primer día de la planificación, Klaus Müller hizo una resistencia en contra de esta escuela y ha reiterado públicamente en las reuniones de la comunidad residencial que para los niños dominicanos una granja está más que bien para enseñarles. Dijo además que una escuela no sería necesaria. La escuela para los niños significa despilfarro de dinero. Sería mejor de poner este dinero en el desarrollo de la carretera. Todo esto lo dijo“, narraron.
Sobre las armas
Al hablar sobre las armas y los terrenos, insistieron en que cada miembro tiene su propia arma para uso personal, como medio de defensa, y que todos los terrenos tienen su título de propiedad. De igual manera su estatus personal en el país es legal. “Cada uno de nosotros tiene su arma y oh, sorpresa, cuando vemos en la prensa el arma de nosotros que es legal y otras armas que son de juguete, compradas en Amazon para los niños, todas unidas como un arsenal de armas. Dijimos, oh, pero dónde está la orden, dónde están los fiscales. Nunca vino nadie con los policías. De ser hombres y mujeres trabajadores, pasamos a ser unos delincuentes”, sostuvieron.
Aclararon que los 60 millones no eran todos en efectivo, sino la sumatoria de varios bienes que se llevaron los agentes durante el allanamiento. Se quejaron de que los policías usaron sus tarjetas de crédito para comprar computadoras, autoadornos y gasolina, entre otros, en Puerto Plata. La Fiscalía de Puerto Plata no les ha devuelto sus documentos personales.
En lugar de ello, los propietarios y accionistas de la Academia AFFH S.R.L y el proyecto de la Mulata 3 están viviendo una pesadilla desde el 17 de octubre del año pasado: han sido acusados de tráfico de órganos y de armas, además de recibir insultos, acusaciones que según aseguran están llenas de falsedad y de mentiras.
Tras afirmar que son gente muy honorable, sostienen que todo “el acto” en el que fueron humillados por miembros de la Policía Nacional fue una “comedia diabólica” que los ha dejado sin su dinero para subsistir.
Los extranjeros suplicaron al presidente Danilo Medina, al jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo; y al procurador de la República, Francisco Domínguez Brito, hacer una profunda investigación con relación al robo de todas sus pertenencias, que son fruto de su trabajo y de sus pensiones, dinero que iba a ser usado para su sustentación y la conclusión de las instalaciones del colegio alemán.
Michael Salb, Heike Salb, Lilnich Muhl, Esther Battaiwi, Ellen Platen, Nils Nepper, Sandra Pptrgen, María Magdalena Lauer y Ute Moch Hullen dijeron que ellos no forman parte de ninguna secta religiosa, que jamás traficarían con niños porque ellos son padres de familia y que nunca tuvieron en su poder un arsenal de armas, tal como señalaron la Policía Nacional y la fiscalía de Puerto Plata en un informe.
El abogado de las partes, José Carlos Balbuena, dijo que el caso tiene trascendencia internacional, por lo que está convencido que se hará justicia. Observó que la acción legal comprende dos acciones legales por daños y prejuicios.
El conflicto. El allanamiento del 17 de octubre de 2012, según explica el grupo, fue producto de la ambición de Klaus Dieter Müller, quien supuestamente ha querido ser el presidente del terreno aunque sabe que no puede serlo porque el presidente de la compañía, Peter Brunck, aún está vivo.
Argumentaron que como no pudo apropiarse del terreno, Klaus Müller ha propagado a nivel internacional mentiras y desinformaciones sobre Peter Brunck.
Explicaron que Peter Brunck es un científico serio y autor de muchos libros y no es un traficante, ni de órganos ni de armas, y que Klaus Müller ha dado todas los informaciones negativas a la prensa y “él ha pagado mucho dinero para esto. Pero nosotros queremos que este caso se esclarezca”.
Brunck, explicaron, vino a la República Dominicana hace 12 años para darle vida al complejo residencial Pueblo AFFH en La Mulata 3. Ahora Müller quiere obtener la mayoría del proyecto, aseguran, para su beneficio personal. Por eso están seguros que preparó el ataque del 17 de octubre de 2012.
La escuela. El Colegio Alemán de Sosúa, que es miembro de la Asociación Mundial de colegios alemanes en el extranjero (WDA), es la única escuela alemana en el Caribe. “Nosotros hemos construido la escuela alemana de Sosúa para permitir a los niños alemanes y dominicanos una educación particularmente buena, una educación que excede el estándar normal del país. Toda la escuela fue financiada por dos familias de fondos privados, aproximadamente por 350 mil euros, ascendente a 17 millones de pesos y hasta el embajador Alemán cuando vino a visitarnos se asombró de este proyecto“, dijeron.
La academia, que tiene 5 años funcionando, está aprobada por las autoridades dominicanas y funcionaba hasta que el allanamiento. Después de eso, los padres no han vuelto a mandar a sus hijos, a pesar de que tienen más de 6,000 libros escolares y muchos otros materiales de entrenamiento de física y química que fueron comprados en Alemania.
“Por lo tanto, la escuela tiene una gran importancia por la República Dominicana. Desde el principio esta escuela no fue deseada por Klaus Dieter Müller, ya que su plan para adquirir el “terreno” fue gravemente obstaculizada. Por lo tanto, desde el primer día de la planificación, Klaus Müller hizo una resistencia en contra de esta escuela y ha reiterado públicamente en las reuniones de la comunidad residencial que para los niños dominicanos una granja está más que bien para enseñarles. Dijo además que una escuela no sería necesaria. La escuela para los niños significa despilfarro de dinero. Sería mejor de poner este dinero en el desarrollo de la carretera. Todo esto lo dijo“, narraron.
Sobre las armas
Al hablar sobre las armas y los terrenos, insistieron en que cada miembro tiene su propia arma para uso personal, como medio de defensa, y que todos los terrenos tienen su título de propiedad. De igual manera su estatus personal en el país es legal. “Cada uno de nosotros tiene su arma y oh, sorpresa, cuando vemos en la prensa el arma de nosotros que es legal y otras armas que son de juguete, compradas en Amazon para los niños, todas unidas como un arsenal de armas. Dijimos, oh, pero dónde está la orden, dónde están los fiscales. Nunca vino nadie con los policías. De ser hombres y mujeres trabajadores, pasamos a ser unos delincuentes”, sostuvieron.
Aclararon que los 60 millones no eran todos en efectivo, sino la sumatoria de varios bienes que se llevaron los agentes durante el allanamiento. Se quejaron de que los policías usaron sus tarjetas de crédito para comprar computadoras, autoadornos y gasolina, entre otros, en Puerto Plata. La Fiscalía de Puerto Plata no les ha devuelto sus documentos personales.
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