Los organismos de inteligencia y seguridad del Estado han detectado la presencia en el país de un considerable número de delincuentes y criminales haitianos que escaparon de distintas cárceles cuyas estructuras colapsaron tras el terremoto que desvastó al vecino país el 12 de enero de 2010. Esos fugitivos se refugiaron en la República Dominicana debido a la vulnerabilidad de la frontera y para evadir cualquier persecución policial en Haití.
Por igual, varios narcotraficantes y delincuentes dominicanos que cumplían condenas por la comisión de delitos en Haití regresaron al país tras escaparse de prisiones de Puerto Príncipe y Cabo Haitiano. Con ellos vinieron al país decenas de los convictos haitianos a quienes ahora tratan de localizar las autoridades dominicanas, reveló a este diario una fuente de Inteligencia Delictiva de la Policía Nacional.
Más de mil en el país
Según la información, la Dirección de Inteligencia Delictiva de la Policía estima que más de 1,000 de esos delincuentes haitianos se encuentran en el país, la mayoría de ellos condenados por múltiples asesinatos, asaltos con armas de guerra y secuestros a empresarios haitianos, dignatarios extranjeros y voluntarios, cuyos gobiernos han pagado cuantiosos rescates para liberarlos.
Aunque esta cifra podría ser mucho mayor, si se toma en cuenta un informe del gobierno haitiano de que unos 3,500 prisioneros escaparon de sus cárceles con el terremoto y muy pocos han sido reapresados. “En Haití sigue el caos, la Policía ni los tribunales funcionan, y las cárceles aún no han sido rehabilitadas”, dijo la fuente. “Ellos nos han facilitado fotos y datos de cientos de fugitivos que ingresaron a la República Domincana”, agregó.
LISTÍN DIARIO supo que las Fuerzas Armadas, la Dirección de Migración, el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) y la Policia Nacional, en coordinación con el Ministerio Público, han trazado las lineas generales de un plan para localizar, reapresar y extraditar a todos los fugitivos haitianos que se encuentren en territorio dominicano. La mayor parte de esta investigación se adelanta por los investigadores especializados de la Policía, por instrucciones del mayor general José A. Polanco Gómez, un veterano de la investigación criminal que ha manejado distintos departamentos policiales.
Crímenes dieron la alerta
Los organismos de seguridad fueron alertados luego de que la Policía detectara que durante los últimos meses, de cada cuatro delitos críminales por lo menos uno era cometido por haitianos o había haitianos involucrados en ellos.
Entre varios detenidos se ha determinado que hay algunos prófugos de la justicia haitiana, desde antes y después del terremoto. En distintas jurisdicciones policiales se mantiene a varios presos a la espera de que las autoridades haitianas los identifiquen, dijo la fuente.
Muchos de los fugitivos estaban condenados a penas entre 20 a 30 años, por responsabilidad en la autoría de crímenes, asesinatos, violaciones, secuestros y asaltos. Algunos tienen un amplio historial delictivo en Haití y en el exterior, y son prófugos, además, de la Policía Internacional.
La fuente que hizo las revelaciones a este diario dijo que los organismos de seguridad sospechan que algunos de los fugitivos se han incorporado a labores productivas, como la construcción y la agricultura, pero se teme que los más peligrosos se dediquen al contrabando de armas, el secuestro y el sicariato.
EL CESFRONT APRESA Y ENTREGA A DELINCUENTE
Miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad fronteriza Terrestre, (CESFRONT) apresaron cuando cruzaba el puente fronterizo que separa a Dajabón de Ouanaminthe, una ciudad haitiana, a un haitiano que era buscado en su país por integrar una supuesta banda de delincuentes que ha cometido numerosos secuestros, asaltos, robos y crímenes en Haití.
El detenido fue identificado como Jean Daniel Medina Alexbon, quien era buscado por las autoridades de Haití por el secuestro del comerciante Infetene Pierre, por el cual cobraron 92,500 gourdes en la ciudad de Cabo Haitiano.
De acuerdo a informes, el detenido forma parte de la poderosa banda que operaba en la frontera norte, el haitiano Jean Robert, condenado a cadena perpetua en su país.
A esa banda se le atribuyen las muertes de los militares dominicanos Digno Cuevas y Domingo Contreras, a quienes robaron sus armas de fuego en el sector de zona franca de Dajabón.
La detención del presunto delincuente se produjo cuando cruzaba el puente fronterizo, donde se hacía pasar como carretillero haitiano para mantener inadvertidas sus operaciones.
Tras ser detenido, el Cesfront lo entregó a la Policía de Ouanaminthe (Haití), cuyos agentes lo trasladaron al recinto policial de su país a palos, trompadas, patadas y culatazos.
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