Este flagelo se nutre de los impuestos que pagan los ciudadanos y que al ser utilizados para beneficiar a unos cuantos no se devuelve en obras de beneficio colectivo.
la corrupción afecta la calidad del empleo, destruye la inversión y la innovación, aumenta la inflación al encarecer los costos de transacción, e incrementa la deuda pública que finalmente se paga con los impuestos de la gente.
Con esto se reduce la inversión social, acortando la construcción de hospitales, por ejemplo.
la corrupción no sólo es de carácter público y que la misma reduce la inversión extranjera, por la desconfianza que genera, encarece el financiamiento externo, y finalmente aumenta la pobreza.
"El ciudadano no es un peón, es el dueño del Estado"
Henri Hebrard
asesor de Economía y Comercio Exterior de la Asociación de Empresas Industriales
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