SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Si algo está claro en el debate sobre la explotación por la minera Xstrata Nickel de Loma Miranda, es la importancia ecológica de esta. En ella nacen los principales ríos que alimentan a más de 17 acueductos de la zona y nutren las presas de Rincón y Cenoví.
Su ubicación en la vertiente norte de la Cordillera Central, posición dentro del segundo corredor biológico más importante de la República Dominicana, con casi 500 especies botánicas, hacen de esta localidad un lugar ecológico único. Esta relevancia para el medio ambiente es incluso implícitamente reconocida por la minera Xstrata Nickel cuando argumenta, a través del director de Mina de Falcondo, Giovani Blois, que “tan solo un 35% de Loma Miranda será explotado, pues el restante 65% será reconocido como área protegida”.
El investigador Rafael Puello hace sus propios cálculos y conjeturas. Para él, “si se compara la verdadera cifra de las reservas minerales de Loma Miranda, recogida en el Informe Anual de Xstrata Plc 2007 (15.2 millones de toneladas con un contenido de níquel de 1.56%), tendríamos unas reservas ‘explotables’ de tan solo 5.3 millones de toneladas (el 35%); conforme el ritmo actual de operaciones de Falcondo, dichas reservas minerales pudieran ser extraídas y procesadas en unos tres años, aproximadamente”.
Según esta hipótesis, el impacto ambiental en la zona sería mayor que los beneficios económicos esperados. “De modo que, a fin de presentar el proyecto como ambientalmente viable, en términos de relación impacto ambiental versus beneficios económicos, planteó la necesidad de abultar las cifras reales de las reservas minerales de Loma Miranda”.
Ambientalistas de la Academia de Ciencias de la República Dominicana también han hecho público su desacuerdo con el proyecto. Argumentan que la riqueza hídrica de la zona es tal “que sus fuentes de agua, amén de su potencial ecoturístico, educativo y recreativo, sirven de sustento para el desarrollo de la agricultura del principal centro de producción agrícola del país, el valle de La Vega Real; alimentan la presa de Rincón y abastecen de agua potable a San Francisco de Macorís, Salcedo, El Pino, Rincón, Jima, Fantino, Ranchito y decenas de comunidades a través del acueducto central Rincón – Macorís”.
Luis Carvajal, director de la Comisión de Medio Ambiente de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y miembro de la Academia de Ciencias, explica que todo el bienestar y riquezas naturales de los pueblos del Cibao Centro-oriental, desde La Vega hasta Nagua y desde Bonao hasta Samaná, están asociados al sistema Yuna–Camú, en cuyo centro se ubica la Loma Miranda. El riesgo previsto por los especialistas que rechazan el proyecto es que las aguas de este sistema sean contaminadas con sal de cromo y otros metales pesados que atentarían contra la calidad de vida y la salud humana.
Los ejecutivos de la minera rechazan que esta contaminación sea posible. “La roca madre no es la laterita, como se ha comunicado por error –dicen—. La laterita es el resultado de la meteorización de otras rocas, en este caso de peridotita serpentinizada. Los estudios geoquímicos realizados con rigor científico, acompañados de ensayos de lixiviación o ‘lavado’ de la roca, llevados a cabo en laboratorios certificados de los Estados Unidos, indican que los niveles de cromo y otros metales en las aguas superficiales son los niveles naturales de ese tipo de formación geológica”.
¿Cuál es la cantidad real de reservas minerales en existencia?
Si se aceptara la validez de la imputación a Xstrata Nickel y FALCONDO de que han manipulado las cifras de las reservas minerales para poder sostener ante los mercados internacionales que las operaciones se extenderán por más tiempo, sería razonable colegir que han hecho lo mismo con las reservas de las minas actualmente bajo explotación, Peguera y Ortega. No hay que olvidar que la matriz de FALCONDO cotiza en la bolsa de valores de los Estados Unidos y Europa.
Tampoco hay que olvidar la posibilidad de una fusión, sin precedentes en la industria minera, entre Xstrata PLC y la corporación Glencore International. De tener éxito la transacción, la corporación resultante tendría un valor bursátil superior a los 90,000 millones de dólares. Estando la fusión prevista para septiembre de este año, el investigador Rafael Puello piensa que la voluntad de que la transacción sea exitosa podría explicar la falta de transparencia sobre la fecha de cierre definitivo de las operaciones de FALCONDO.
Puello insiste en que “la manipulación de cifras puede darse de dos formas: total de las reservas minerales que pueden ser objeto de explotación (calculadas en toneladas) y su porcentaje de níquel. Lógicamente, mientras menor sea este porcentaje, mayores serán los costos de producción, pues implicará procesar una mayor cantidad de material para obtener la misma cantidad de níquel. En este sentido, un porcentaje de níquel demasiado bajo (mala calidad de material) podría hacer económicamente inviable la operación”.
El investigador se apoya en la página 36 del Reporte de reservas y recursos minerales a diciembre 2011 entregado por Xstrata Plc a los mercados internacionales. En ella se dice que Falcondo tiene reservas minerales probadas (Loma Peguera y Ortega) equivalentes a 44 millones de toneladas, con un contenido de níquel promedio de 1.28%. “Este porcentaje de por sí ya es muy bajo y dificulta la viabilidad económica de las operaciones. Lógicamente, las reservas minerales de FALCONDO con mayor contenido de níquel ya han sido explotadas durante los últimos 50 años”.
“De hecho”, abunda, “el porcentaje de níquel de las reservas minerales de FALCONDO (Loma Peguera y Ortega) es por mucho el más bajo de todas las operaciones de níquel de Xstrata Plc en el mundo”: Sinclair (Australia) 2.87%; Koniambo (Nueva Caledonia), 2.54%; Kabanga (Tanzania), 2.49%; Raglan (Canadá), 2.47%; Sudbury (Canadá), 1.78%; Araguaia (Brasil), 1.44%.
Además de cuestionar la cifra relativa a las reservas minerales en la zona, el experto llama la atención sobre una nota al pie de la página 36 del referido informe, según la cual: “No existen cuestionamientos ambientales, permisos, procedimientos legales, impuestos, asuntos políticos o cualquier otro asunto relevante conocido en virtud del cual puedan verse afectadas las estimaciones de las reservas minerales”.
La nota contrasta con la realidad de la oposición de grupos comunitarios, ambientalistas y sindicales a la explotación de Loma Miranda, y con el hecho, este legal, de que el proyecto está pendiente de aprobación, o al menos de revisión, por parte del gobierno dominicano.
Loma Miranda: segunda reserva ecológica nacional
Con apenas 30 kilómetros cuadrados de bosques nublados, reservas acuíferas y una flora y fauna únicas en el país, Loma Miranda constituye la segunda mayor reserva natural de la isla, solo superada por la Loma de Bahoruco.
El temor es que todo esto podría perderse de golpe si la empresa minera FALCONDO lleva a cabo la explotación de la zona, pues el níquel se extrae a partir de hornos a cielo abierto, cuya intensidad calórica provocaría la desertificación acelerada del entorno, que además sirve de centro de acopio de innumerables comunidades que viven de la agricultura.
A este respecto, el ambientalista Luis Carvajal asegura que, “si alguien, por desconocimiento, se atreve alegar que el bosque nublado está más arriba del proyecto minero de la Falcondo Xstrata Nickel, estaría reflejando su escasa visión de la dinámica natural del flujo subterráneo que rompe la minería a cielo abierto, donde nada se puede hacer para recomponer los canales naturales del subsuelo al ser redireccionados con los cortes”.
A estos efectos añade Carvajal que con la extracción del mineral en la zona no solo se agrede una montaña y se le sustrae el agua, sino que se “crea una herida que sangrará por mucho tiempo, pues la hemorragia de la minería a cielo abierto no se contiene con aplanar el suelo con bancos o colocándole una película verde encima; cuando el suelo pierde su capa orgánica, pierde su capacidad de absorción y administración del agua que le llega desde los árboles”.
Ivonne Ferreras/7dias.com.do
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