El procedimiento. Aunque en el país no estemos acostumbrados a la imagen de un pene circuncidado, esta práctica beneficia al hombre en cuanto a higiene, salud sexual y prevención de enfermedades de transmisión sexual tanto para él como para su pareja
Analizándolo bien, circuncidarse tiene más ventajas que desventajas. Amén del cambio visual, por una forma del pene a la que no se está acostumbrado en este país, es una operación que beneficia mucho al hombre en cuanto a su higiene, su salud sexual y la prevención de enfermedades infecciosas.
Según explica el urólogo Pablo Mateo Santos, la principal razón por la cual se hace la circuncisión es disminuir el riesgo de tener hepatitis, infecciones producidas por el virus del papiloma humano e, incluso, del HIV.
Lo mejor es que, al disminuirse el riesgo de infecciones en el hombre, también se reduce este riesgo en su pareja estable.
Una operación menor, con grandes efectos. La circuncisión es una operación menor en la que se extirpa el prepucio, la piel del pene que recubre el glande. Sin embargo, por los cambios que produce en el paciente no se considera tan sencilla.
“La circuncisión es una cirugía menor, pero yo pienso que es una de las más importantes y delicadas, porque se trabaja con un órgano vital para el hombre. He visto pacientes circuncidados con complicaciones (como infecciones o sangrados) que son difíciles de tratar”, explicó Mateo.
Por los cambios que produce, el mejor momento para hacer la circuncisión es en la niñez o pubertad, cuando el hombre aún no ha iniciado su vida sexual. Aunque el placer no disminuye, hay un cambio en la sensibilidad.
En el hombre no circuncidado, el glande es mucho más sensible que en el que está circuncidado, porque el glande está siempre cubierto por el prepucio y no está acostumbrado al roce. El contacto constante del glande descubierto con la ropa interior provocará que el miembro se “acostumbre” al roce. Por eso a veces la circuncisión se recomienda en pacientes con eyaculación precoz.
“Al circuncidarse ese paciente y disminuir la sensibilidad por estar en contacto constante con la ropa interior, entonces mejora la eyaculación precoz. Pero no es que altera la sensibilidad, porque el paciente incluso puede durar más en el acto sexual”, apuntó Mateo Santos, quien también es presidente de la Sociedad Dominicana de Urología.
Ejercicios contraproducentes. Muchos pediatras recomiendan a los nuevos padres realizar “ejercicios” en los que se retrae el prepucio manualmente, con el objetivo de evitar la circuncisión. Esta práctica, que se ha transmitido por generaciones, antes que hacer un bien puede traumatizar el pene del niño y conllevar a que se realice la circuncisión con mayor urgencia.
“Esa es una situación difícil para los urólogos que incluso es tema de discusión en congresos. Es todo lo contrario, mientras más ejercicio le haces al paciente, más rápido hay que hacerle la circuncisión, porque cada vez que tú haces una retracción del prepucio se traumatiza, se lacera. La mayoría de las veces es algo que no se ve a simple vista, pero por esa cicatrización que se produce, el prepucio va perdiendo elasticidad y, por ende, cada vez se va haciendo más difícil retraer el prepucio”.
El especialista comenta que muchos niños pasan años sufriendo este trauma y las madres se dan cuenta cuando ya la piel no logra retraerse.
Por esto recomienda que ante cualquier duda sobre la circuncisión o la salud del pene de los hijos, no se consulte al pediatra sino al urólogo, quien dará la opinión correcta según el caso.
Una mejor higiene. Sin dudas, uno de los mayores beneficios de la circuncisión es el de mejorar la higiene.
El pene produce constantemente esmegma, una secreción que se acumula especialmente en el área del frenillo. Esta área debe ser aseada constantemente para evitar infecciones, según especialista.
“La higiene en esta parte debe ser dirigida, porque el pene debe asearse como nos aseamos las axilas u otras partes del cuerpo. Enjabonarse, quitarse el jabón y secarse también. La diferencia es que el paciente circuncidado no tiene que hacer la retracción para lavarse”, señaló Mateo.
Casos especiales
“Una de las causas principales para hacer la circuncisión es la fimosis, cuando está cerrado el tejido. Hay pacientes que nunca han podido retraerse el prepucio y aún así se quedan callados. En ese grupo hemos encontrado en muchos pacientes cáncer de pene. También está la parafimosis, que es lo contrario, cuando se logra llevar el anillo del prepucio hacia atrás y no puede llevarse hacia delante. Eso hay que operarlo de emergencia. Cuando esto ocurre el pene se edematiza, incluso hay casos excepcionales en que a algunos pacientes se le ha necrosado el pene. En diabéticos casi siempre hay que hacer circuncisión por problemas en la micro-circulación”, comentó el doctor Pablo Mateo Santos.
Las frases
Las infecciones del HPV afecta a más del 50% de la población en este momento.
Sabemos incluso que en pacientes circuncidados el índice de contagio de HIV es mucho menor.
Cuando un niño o adulto no puede retraer el prepucio de manera fácil lo ideal es hacerle la circuncisión. Pero hay quienes no lo necesitan.
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