miércoles, 5 de enero de 2011

Niega mandara a matar a Jordi Veras

Denuncia que no fue juzgado objetivamente y que, además, su expediente fue manipulado

El empresario Adriano Román, acusado de ser el autor intelectual del atentado contra Jordi Veras, se desvinculó de los hechos y acusó en cambio a la Justicia de mantenerlo “secuestrado” de manera injusta. Denunció que está purgando una condena “antijurídica e injusta” de 20 años, de lo que nadie habla. Se quejó de que, según dijo, fue una condena sin pruebas.

SANTIAGO.- El empresario Adriano Román, acusado de ser el autor intelectual del atentado contra Jordi Veras, se desvinculó de los hechos y acusó en cambio a la justicia de mantenerlo “secuestrado” de manera injusta.

Denunció que está purgando una condena de 20 años “antijurídica e injusta”, de lo cual se quejó que nadie habla, y que fue una condena sin pruebas.

Acusó a la fiscalía de tenerlo secuestrado.

Román fue entrevistado cuando esperaba por el juicio en el que se conoció la apelación interpuesta por él y cuatro de los siete implicados en el atentado contra Veras, contra la medida de coerción de un año de prisión preventiva, que fue ratificada ayer por el tribunal en pleno.

“La jurisdicción de Santiago y la fiscalía me tienen secuestrado; yo he pedido traslado durante cinco años y no me lo conceden por temor a que el expediente lo vea otra jurisdicción y que se mantenga en secreto.

Explicó que si otros jueces vieran el expediente, probablemente habría salido de la cárcel hace mucho tiempo.

“De esa sentencia nadie habla, la que me condena a 20 años. Una sentencia mal sentenciada, porque me condenaron sin pruebas y, además, mal calificada. Me condenaron por cómplice de intento de asesinato pero no era así, debieron haberme condenado por golpe y heridas, porque la bala hizo contacto solamente. Fuera bueno que los medios de comunicación también hablaran de esa sentencia”, sugirió.

Román se quejó de que pasan años y años y nadie ha querido hablar de la sentencia que califica de “injusta.

“Insisto que esa sentencia es ilegal y me condenaron sin pruebas. Pero, además, el expediente fue manipulado y condenar a un inocente es el crimen más grande que hay. Yo, del caso de Jordi, no quiero hablar ahora, porque a mí no me han sometido del caso de Jordi. La fiscalia de Santiago puede decir lo que quiera, pero a mí no me ha sometido, es por eso que del caso de Jordi no tengo nada que decir”.

Aseguró que no sabe a quién recurrir, porque nadie quiere revisar la sentencia, y nadie quiere ponerle la mano, y la jurisdicción de Santiago no me quiere soltar porque no quiere que ese expediente salga de aquí.

“Ese expediente es una vergüenza para la justicia de Santiago”, opinó. Sin embargo, Román reaccionó en actitud rebelde cuando se le preguntó sobre el papel de sus abogados con respecto a su denuncia, y solo atinó a decir: “Muy buena esa pregunta, muy buena”. ¿Cree usted que no han sido fieles?, le interrumpió un periodista: “Hay bastante de eso”, respondió.

Las claves

1. Insultos

El ex primer teniente Roberto Zabala Espinal y el ex sargento Sandy Caminero Rodríguez se pronunciaron en la sala de audiencias contra la justicia y de manera expresa de la fiscal Yeni Berenice Reynoso, voceando insultos. Los implicados, el ex sargento mayor Arturo Ferreras Del Castillo y Flanklin Reynoso estuvieron presentes. Los otros tres, los hermanos Engels y Francisco Alberto Carela Castro y Adriano Gabriel Reynoso no apelaron la medida.

2. Criminales

Los abogados de Jordi Veras explicaron a la prensa que tanto la declaración de Adriano Román como la de los demás implicados es parte del drama. “Ellos han sido instruidos porque necesitan sensibilizar a la opinión pública. Son personas que están dedicadas al crimen de sicariato. No es la primera vez que están en un juicio, son criminales reconocidos. No es una cosa nueva, tienen experiencia. Y hoy no es el escenario para hacer denuncias ni quejas, eso se hará a su debido tiempo”, aclaró Ricardo Díaz Polanco. Sostuvo que van a demostrar que esos son criminales que se dedican a matar gente por dinero.

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