La Policía arrestó ayer a Janeiro Luis Monción, uno de los sindicados como asesinos de un oficial y dos cabos de la institución, en un hecho ocurrido a las 4:00 de la madrugada del domingo en Los Girasoles, de Santo Domingo. Monción fue encontrado por agentes policiales en una bóveda del Cementerio Cristo Redentor, donde estaba escondido.
Se dijo que el detenido identificó a los demás autores del crimen como Franklin de la Cruz Martínez (Momolo) y otros tres identificados sólo por los apodos de Chepe, Alexis y Manauris, quienes están prófugos.
Los policías muertos son el segundo teniente Mártires Pérez Díaz y los cabos José Arturo Ogando Ramírez y Roberto Otaño Medina. También fue herido el sargento mayor Alejandro Alcántara Mateo, recluído en el Hospital General de la Policía Nacional.
Las víctimas, oriundas de San Juan de la Maguana, daban seguimiento a una alerta relacionada con el asalto a un vigilante, según informes de la Policía.
Todo parece indicar que los agentes eran esperados por sus asesinos y que cuando se les aproximaron abrieron fuego sin darles oportunidad de repeler la agresión.
El hecho ocurrió a menos de 200 metros del destacamento policial situado en el Cementerio Cristo Redentor.
Allí fueron recolectados nueve cartuchos disparados por una escopeta calibre 12, 18 casquillos calibre 9 milímetros y uno de revólver, así como dos proyectiles mutilados y una cápsula de 9 milímetros.
También un revólver Taurus del que habían despojado al vigilante Jaime Aquino de Jesús, de la compañía SEPRISA, mientras prestaba servicio en la envasadora Duro-Gas, ubicada en la calle Pegaro, de Pantoja. Aquino de Jesús fue herido.
El hecho fue calificado por oficiales y alistados como “un desafío” a la institución.
Sus vidas. El teniente Pérez Díaz residía en la calle Caonabo esquina Mella de Nuevo Amanecer de Los Alcarrizos. Dejó en la orfandad a tres niños: Martirito, de 15 años de edad; Marileny, de 8 y Marianny, de seis.
En la casa del cabo Otaño Medina, la escena era también desgarradora y de impotencia entre familiares, vecinos y compañeros de armas. Había procreado dos niños con su mujer Elena: Pedrito, de dos años, y un segundo nacido hace menos de un año. En el sector todo era pesar por la tragedia.
Designa comisión
Todos los departamentos investigativos de la Policía participan en las pesquisas del suceso que ha conmocionado a los miembros de la institución, familiares, vecinos y amigos. El jefe de la Policía Nacional, mayor general José Armando Polanco Gómez, dispuso la designación de una comisión para que indague el caso. En el destacamento ubicado a la entrada del cementerio Cristo Redentor se oyeron expresiones de dolor de oficiales, sub-oficiales y alistados apenados por las muertes de sus compañeros.
Las frases
Elena Pérez
Estoy desesperada, desesperada, yo lo que quiero es justicia y, si no se puede aquí en la Tierra, espero por la justicia divina”.
Diola Pérez
Pido justicia y que los autores de la muerte de Mártires paguen caro por lo que han hecho y el sufrimiento que nos han hecho, lo sufran ellos también”.
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