Al entrar en el PARLACEN, Fernández obtiene dos resguardos
importantes, en estos momentos en que está sometido por presuntos
delitos de prevaricación y lavado de activos
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-En el ajedrez, el juego ciencia, existe una jugada llamada enroque. Los jugadores hacen un enroque cuando observan que el rey está en riesgo de un ataque que podría hacer perder la partida de ajedrez.
El enroque es el único movimiento en el que se permite mover dos
piezas en una misma jugada. Se puede hacer con el rey y cualquiera de
las dos torres (izquierda o derecha), siempre en la posición inicial de
ambas piezas.
Cuando el jugador decide el enroque, el rey se mueve dos casillas en dirección a la torre con la que piensa enrocarse, a continuación esa misma torre pasa por encima del rey y se coloca a su lado, justo en la casilla siguiente.
Así queda el rey protegido de un ataque del jugador contrario que podría ser fatal, ya que en ajedrez la muerte de la pieza monarca equivale a la derrota. En caso de que el contrario prosiguiera con el ataque, el sacrificio calculado y de menor costo sería el de la torre.
El símil del enroque bien vale para la decisión del ex presidente Leonel Fernández Reyna, líder del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), de hacer uso de la curul que les corresponde a los ex mandatarios en el Parlamento Centroamericano (PARLACEN).
En primer lugar, como diputado gana el privilegio de la inmunidad consagrada en el Tratado Constitutivo del PARLACEN.
El artículo 27 del Tratado Constitutivo del PARLACEN dispone lo siguiente:
Los diputados ante el Parlamento Centroamericano gozan del siguiente régimen de inmunidades y privilegios:
a) En el Estado donde fueron electos, de las mismas inmunidades y privilegios que gozan los diputados ante los Congresos, Asambleas Legislativas o Asambleas Nacionales;
b) En los demás países centroamericanos, de las inmunidades y privilegios que para los Agentes Diplomáticos se establecen en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Esto quiere decir que un miembro del PARLACEN no podrá ser apresado, a menos que sea destituido después de un largo proceso legal, o que sea sorprendido en flagrante delito.
Por experiencia, ya sabemos lo difícil que ha resultado en República Dominicana enjuiciar y llevar a prisión a un legislador. Incluso con casos tan escandalosos como el tráfico de personas (Radhamés Ramos García, Chino) y seducir a una menor (Ramón Antonio Fernández Martínez, Papo).
La segunda ventaja que obtiene Leonel Fernández con su ingreso al PARLACEN, y esta es la más importante, es el cambio de jurisdicción para fines de conocimiento del expediente que en su contra depositó Guillermo Moreno.
Al convertirse en legislador, para fines de cualquier investigación del Ministerio Público, el ahora diputado Leonel Fernández pasa a la jurisdicción privilegiada de la Procuraduría General de la República y de la Suprema Corte de Justicia, y sale de la jurisdicción de la Fiscalía del Distrito Nacional y los tribunales ordinarios.
O sea, la suerte del sometimiento en su contra ya no estará en manos de la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, sino en las del Procurador General, Francisco Domínguez Brito.
En caso de que el Procurador General de la República le dé curso al expediente contra Fernández, será la Suprema Corte de Justicia la que tendrá a su cargo la decisión en materia judicial.
Según el Artículo 67 de la Constitución, corresponde a la Suprema Corte de Justicia:
Art. 67. Corresponde a la Suprema Corte de Justicia, sin perjuicio de las demás atribuciones que le confiere la ley:
1.- Conocer en única instancia de las causas penales seguidas al Presidente y al Vicepresidente de la República, a los Senadores, Diputados, Secretarios de Estado, Subsecretarios de Estado, Jueces de la Suprema Corte de Justicia, Procurador General de la República, Jueces y Procuradores Generales de las Cortes de Apelación, Abogado del Estado ante el Tribunal de Tierras, Jueces del Tribunal Superior de Tierras, a los miembros del Cuerpo Diplomático, de la Junta Central Electoral , de la Cámara de Cuentas y los jueces del Tribunal Contencioso Tributario.
Sobre la decisión que tomaría la fiscal Yeni Berenice Reynoso acerca del expediente sometido por Moreno contra Fernández había muchas expectativas.
Al margen de cualquier inferencia o especulación, la Fiscal del Distrito Nacional es una funcionaria de carrera, a la cual no se le conoce filiación política. Este hecho, de entrada, le confiere mayor independencia a la hora de examinar un expediente que corresponda a un dirigente político.
Por el contrario, Francisco Domínguez Brito, el Procurador General, es un dirigente político, miembro del PLD, partido por el cual aspiró a la candidatura presidencial con miras a las elecciones del 2012.
Asimismo, la decisión que ya había tomado Domínguez Brito (si es que puede llamársele decisión) sobre la denuncia presentada por Moreno el año pasado contra Fernández, y contra Víctor Díaz Rúa, ex ministro de Obras Públicas, y el senador Félix Bautista, en su condición de ex director de la Oficinas de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), podría dar una idea de lo que ocurriría ahora con el expediente de acusación contra el líder del PLD.
En esa ocasión Domínguez Brito justificó no darle curso a la denuncia, y entre otras cosas, argumentó:
“Personalmente, siento un gran respeto por el Dr. Leonel Fernández. Creo en su trato profundamente humano, decente y respetuoso con las personas, aún con aquellos que políticamente le adversan.”
Pero aún en el caso de que ahora el Procurador General decidiera reivindicarse ante la sociedad y le diera curso al expediente enviándolo a la Suprema Corte de Justicia, sería muy difícil que en ese tribunal se abra un juicio de fondo, y todavía más difícil que Leonel Fernández Reyna resulte condenado.
Todos sabemos cómo se eligieron a los integrantes de la Suprema y de las demás altas cortes.
En el fondo, lo que más preocupa a Fernández no es resultar condenado, porque esa posibilidad se vislumbra muy remota.
Lo que quiere el líder de PLD es evitar a toda costa es que ese expediente sea conocido en un juicio abierto, oral y contradictorio. Porque si así ocurriera, tendría que escuchar cosas muy duras, responder a preguntas muy difíciles y verse expuesto al oprobio.
Y por más blindado que se considere respecto a los grandes medios de comunicación, siempre habrá espacios y periodistas que informarán, comentarán y analizarán con todos los detalles lo que ocurra en esa sala de audiencias.
¿Y qué decir de la franqueza, de la rebeldía, de la irreverencia de los muchachos y muchachas en las redes sociales? ¿Cómo controlar esa avalancha de contenidos no censurados? ¿Podrá el líder del PLD salir políticamente indemne de esta prueba de fuego? ¿Cómo podría influir un debate descarnado del contenido del expediente en el futuro del ex gobernante?
Es hacia ese escenario que apuntan los temores y preocupaciones del ex presidente Leonel Fernández, y por eso su jugada de “enroque”. ¿Será Francisco Domínguez Brito la “torre” sacrificada?
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-En el ajedrez, el juego ciencia, existe una jugada llamada enroque. Los jugadores hacen un enroque cuando observan que el rey está en riesgo de un ataque que podría hacer perder la partida de ajedrez.
Añadir leyLeonel Fernández. Acento.com.do/Archivo.enda |
Cuando el jugador decide el enroque, el rey se mueve dos casillas en dirección a la torre con la que piensa enrocarse, a continuación esa misma torre pasa por encima del rey y se coloca a su lado, justo en la casilla siguiente.
Así queda el rey protegido de un ataque del jugador contrario que podría ser fatal, ya que en ajedrez la muerte de la pieza monarca equivale a la derrota. En caso de que el contrario prosiguiera con el ataque, el sacrificio calculado y de menor costo sería el de la torre.
El símil del enroque bien vale para la decisión del ex presidente Leonel Fernández Reyna, líder del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), de hacer uso de la curul que les corresponde a los ex mandatarios en el Parlamento Centroamericano (PARLACEN).
Lo que quiere el líder de PLD es evitar a toda costa es que ese expediente sea conocido en un juicio abierto, oral y contradictorio. Porque si así ocurriera, tendría que escuchar cosas muy duras, responder a preguntas muy difícilesCon este paso Fernández obtiene dos resguardos importantes, en estos momentos en que Guillermo Moreno lo ha sometido por presuntos delitos de prevaricación y lavado de activos.
En primer lugar, como diputado gana el privilegio de la inmunidad consagrada en el Tratado Constitutivo del PARLACEN.
El artículo 27 del Tratado Constitutivo del PARLACEN dispone lo siguiente:
Los diputados ante el Parlamento Centroamericano gozan del siguiente régimen de inmunidades y privilegios:
a) En el Estado donde fueron electos, de las mismas inmunidades y privilegios que gozan los diputados ante los Congresos, Asambleas Legislativas o Asambleas Nacionales;
b) En los demás países centroamericanos, de las inmunidades y privilegios que para los Agentes Diplomáticos se establecen en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Esto quiere decir que un miembro del PARLACEN no podrá ser apresado, a menos que sea destituido después de un largo proceso legal, o que sea sorprendido en flagrante delito.
Por experiencia, ya sabemos lo difícil que ha resultado en República Dominicana enjuiciar y llevar a prisión a un legislador. Incluso con casos tan escandalosos como el tráfico de personas (Radhamés Ramos García, Chino) y seducir a una menor (Ramón Antonio Fernández Martínez, Papo).
La segunda ventaja que obtiene Leonel Fernández con su ingreso al PARLACEN, y esta es la más importante, es el cambio de jurisdicción para fines de conocimiento del expediente que en su contra depositó Guillermo Moreno.
Al convertirse en legislador, para fines de cualquier investigación del Ministerio Público, el ahora diputado Leonel Fernández pasa a la jurisdicción privilegiada de la Procuraduría General de la República y de la Suprema Corte de Justicia, y sale de la jurisdicción de la Fiscalía del Distrito Nacional y los tribunales ordinarios.
O sea, la suerte del sometimiento en su contra ya no estará en manos de la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, sino en las del Procurador General, Francisco Domínguez Brito.
En caso de que el Procurador General de la República le dé curso al expediente contra Fernández, será la Suprema Corte de Justicia la que tendrá a su cargo la decisión en materia judicial.
Según el Artículo 67 de la Constitución, corresponde a la Suprema Corte de Justicia:
Art. 67. Corresponde a la Suprema Corte de Justicia, sin perjuicio de las demás atribuciones que le confiere la ley:
1.- Conocer en única instancia de las causas penales seguidas al Presidente y al Vicepresidente de la República, a los Senadores, Diputados, Secretarios de Estado, Subsecretarios de Estado, Jueces de la Suprema Corte de Justicia, Procurador General de la República, Jueces y Procuradores Generales de las Cortes de Apelación, Abogado del Estado ante el Tribunal de Tierras, Jueces del Tribunal Superior de Tierras, a los miembros del Cuerpo Diplomático, de la Junta Central Electoral , de la Cámara de Cuentas y los jueces del Tribunal Contencioso Tributario.
Sobre la decisión que tomaría la fiscal Yeni Berenice Reynoso acerca del expediente sometido por Moreno contra Fernández había muchas expectativas.
Al margen de cualquier inferencia o especulación, la Fiscal del Distrito Nacional es una funcionaria de carrera, a la cual no se le conoce filiación política. Este hecho, de entrada, le confiere mayor independencia a la hora de examinar un expediente que corresponda a un dirigente político.
Por el contrario, Francisco Domínguez Brito, el Procurador General, es un dirigente político, miembro del PLD, partido por el cual aspiró a la candidatura presidencial con miras a las elecciones del 2012.
Asimismo, la decisión que ya había tomado Domínguez Brito (si es que puede llamársele decisión) sobre la denuncia presentada por Moreno el año pasado contra Fernández, y contra Víctor Díaz Rúa, ex ministro de Obras Públicas, y el senador Félix Bautista, en su condición de ex director de la Oficinas de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), podría dar una idea de lo que ocurriría ahora con el expediente de acusación contra el líder del PLD.
En esa ocasión Domínguez Brito justificó no darle curso a la denuncia, y entre otras cosas, argumentó:
“Personalmente, siento un gran respeto por el Dr. Leonel Fernández. Creo en su trato profundamente humano, decente y respetuoso con las personas, aún con aquellos que políticamente le adversan.”
Pero aún en el caso de que ahora el Procurador General decidiera reivindicarse ante la sociedad y le diera curso al expediente enviándolo a la Suprema Corte de Justicia, sería muy difícil que en ese tribunal se abra un juicio de fondo, y todavía más difícil que Leonel Fernández Reyna resulte condenado.
Todos sabemos cómo se eligieron a los integrantes de la Suprema y de las demás altas cortes.
En el fondo, lo que más preocupa a Fernández no es resultar condenado, porque esa posibilidad se vislumbra muy remota.
Lo que quiere el líder de PLD es evitar a toda costa es que ese expediente sea conocido en un juicio abierto, oral y contradictorio. Porque si así ocurriera, tendría que escuchar cosas muy duras, responder a preguntas muy difíciles y verse expuesto al oprobio.
Y por más blindado que se considere respecto a los grandes medios de comunicación, siempre habrá espacios y periodistas que informarán, comentarán y analizarán con todos los detalles lo que ocurra en esa sala de audiencias.
¿Y qué decir de la franqueza, de la rebeldía, de la irreverencia de los muchachos y muchachas en las redes sociales? ¿Cómo controlar esa avalancha de contenidos no censurados? ¿Podrá el líder del PLD salir políticamente indemne de esta prueba de fuego? ¿Cómo podría influir un debate descarnado del contenido del expediente en el futuro del ex gobernante?
Es hacia ese escenario que apuntan los temores y preocupaciones del ex presidente Leonel Fernández, y por eso su jugada de “enroque”. ¿Será Francisco Domínguez Brito la “torre” sacrificada?