SANTIAGO (R. Dominicana).- Yaneris Rodríguez, madre soltera de 43 años, está arrepentida de haber regresado a su tierra, de la que partió junto a su familia hacia los Estados Unidos al comenzar la década de los noventa en busca de mejor vida.
Desde su retorno a principios del año pasado, Yaneris dice que vive lamentando la decisión del regreso porque “las cosas no me han salido como esperaba, jamás imaginé que en nuestro país la vida iba a ser tan difícil”.
De ojos claros y piel oscura esta mujer no sabe lo que hará con el restaurante que instaló en el ensanche Libertad con los modestos recursos ahorrados durante su estancia en Nueva York, y del que –refiere- se mantienen ella y sus dos hijos de 19 y 22 años.
“Los apagones y los impuestos impiden que este negocio despegue”, comenta tras inferir que su suerte se tornará peor con la reforma tributaria que se propone poner en marcha el gobierno.
Aunque expresa desconocer las razones por las que el gobierno pretende subir los impuestos, Yaneris manifiesta que algo así sería una estocada de muerte para su pequeño negocio.
El discurso de la pequeña empresaria parece mezclarse con el sentir de la mayoría de los sectores productivos de esta provincia para formar un coro de incertidumbre ante el futuro económico inmediato de República Dominicana.
Comerciantes, industriales y productores agropecuarios han expresado un contundente rechazo al paquete tributario presentado por el Ejecutivo al Consejo Económico y Social (CES), espacio consultivo que quiere ser saltado por el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, para que el proyecto pase al Congreso donde el oficialismo tiene la vía libre.
“De aprobarse la propuesta de reforma fiscal como ha sido formulada se afectaría el empleo, la seguridad jurídica, la inversión nacional y extranjera, la generación de divisas y la competitividad de Santiago, el Cibao y el país”, advirtió la Asociación para el Desarrollo de Santiago (APEDI) en un comunicado hecho público este lunes.
De acuerdo con APEDI, solamente en los renglones de zona franca y tabaco ubicados en Santiago se arriesgaría el ingreso de 1,600 millones de dólares y el empleo directo de más de 38 mil personas.
La entidad, que reúne los principales sectores económicos de aquí, expuso que la coyuntura actual debe ser aprovechada para establecer de una vez por todas un modelo económico y social que promueva la inversión, el empleo digno, la seguridad jurídica, la estabilidad social y el desarrollo equilibrado y sostenible de las diferentes regiones y sectores de la economía nacional.
Asimismo, la Cámara de Producción y Comercio de Santiago se mostró contraria al paquete fiscal por entender que va contra el desarrollo de los sectores productivos y recae sobre los hombros de los consumidores.
“Si el origen del problema es el gasto gubernamental desmedido lo que procede es disminuirlo, específicamente los gastos corrientes, sueldos, dietas, pensiones y personal supernumerario, aparte de las instituciones con duplicidad de funciones”, expresó María Victoria Minicucci, presidenta de la Cámara.
Similar opinión tienen profesionales independientes, quienes el pasado viernes realizaron una marcha en silencio para dejar sentado su rechazo al paquete de medidas con el que se busca, según Temístocles Montás, su principal promotor público, incrementar la presión tributaria del 13 a un 15% del PIB, es decir, en dos puntos porcentuales.
Entre tanto, Yaneris Rodríguez prevé que con más o menos impuestos la vida en el país se ha tornado imposible, porque además de la crisis económica negocios como el suyo se ven afectados también por la delincuencia y la falta de seguridad ciudadana.
“De esto seguir así no me quedará más remedio que recoger de nuevo lo mío y volverme a ir”, exclama la mujer como si escondiera la nostalgia en un resquicio de su voz.
Alfonso Torres/7dias.com.do
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