Mientras pacientes y diferentes sectores rechazan el aumento en el precio de los servicios anunciando por las clínicas privadas, dueños de farmacias revelaron que en las últimas semanas laboratorios le han notificado aumentos de hasta un 20 por ciento en los precios de la mayoría de los medicamentos, entre ellos hipertensivos, analgésicos, antigripales, proteínas y vitaminas.
Para pacientes consultados un incremento en los costos de los servicios clínicos representa un golpe mortal en contra de la salud, ya que actualmente hay que pagar caro cualquier servicio sin importar que se tenga seguro o no.
Asimismo, el ministro de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, consideró que una decisión de esa naturaleza sería lamentable en los actuales momentos y abogó porque haya entendimiento que conlleve a que no se produzca el incremento, debido a que la gente necesita su salud. El funcionario no abundó mucho sobre el tema señalando que el Ministerio de Salud no tiene autoridad regulatoria sobre las tarifas del sector privado.
A su vez, el superintendente de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril), Fernando Caamaño, llamó a los dueños de clínicas a la mesura y la reflexión y dijo que aunque tienen derecho a ajustar sus tarifas, la justificación dada del aumento de la energía eléctrica y salarial, no afecta su estructura de costos de manera desproporcional para realizar un ajuste de un 14 por ciento.
En tanto, el sindicalista Rafael Abreu dijo que ese sector rechaza categóricamente ese aumento Consideró un absurdo los alegatos que presentan las clínicas y pidió a la Sisalril intervenir como entidad reguladora del sistema.
Las opiniones son en respuesta al anuncio de los planes de aumento en alrededor de un 14 por ciento en los precios de todos los servicios que ofrecen las clínicas privadas que tiene programado realizar la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados (Andeclip) tanto para pacientes privados como asegurados, alegando que no pueden cargar solos con el incremento del ocho por ciento en la tarifa de la electricidad, con el 17 por ciento del salario mínimo y el costo de productos e insumos.
Personas consultadas y pacientes que recibían asistencia ayer en centros de salud privados coincidieron en rechazar la decisión. Para Tomaza Martínez eso sería un gran golpe, porque ella tiene seguro, pero siempre tiene que pagar mucho cuando va a la clínica. “y si por lo menos los hospitales estuvieran bien, uno fuera a ellos, pero imagínese solo se hacen inversiones e inversiones en otras cosas”, señaló.
Rechazo
Para una profesora pensionada, que no quiso publicar su nombre, eso es lamentable, porque a pesar de que debido a la crisis de la ARS a la que pertenece ella está obligada a pagar todo privado y caro, ahora las cosas serían aun peor para los pacientes. Opiniones de rechazo también fueron ofrecidas por Miledys Acosta y Juan Hidalgo, entre otros.
Asimismo Caamaño entiende que las clínicas tienen derecho a revisar sus tarifas, pero que la misma debe hacerse atendiendo a la estructura de costos de la empresa, y que en su opinión el incremento del ocho por ciento de la energía eléctrica y de del 17 por ciento al salario mínimo no afecta de manera proporcional a ningún negocio.
Entiende que hablar de un aumento de un 14 por ciento en todos los servicios que se ofrecen en las clínicas sería desproporcional, por lo que cualquier decisión que se tome debe ser mesurada, dijo esperar que en la asamblea que tiene previsto realizar Andeclip se analice esa realidad a fin de no afectar a la población y al sistema de Seguridad Social.
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