No tuvo que ser operada para sacarle el proyectil. Está en buen estado de saludSD. Con apenas siete años de edad, Winifer Contreras lloraba cuando recordó el porqué, en vez de jugar ayer con sus juguetes del Día de Reyes, estaba interna en el hospital Luis Eduardo Aybar con una bala incrustada en su espalda, próximo a su hombro derecho.
La niña estaba sentada en su cama, junto a dos infantes de uno y tres años, cuando pensó que eran fuegos artificiales una decena de proyectiles que impactaron la puerta, varias paredes de playwood internas de su casa y el gavetero de su habitación.
Pero, los hechos indicaron que a las 11 de la noche del pasado miércoles, los nombrados El Chino y Claudio atacaron a tiros a un joven de 18 años, identificado como Ramón Matos Ogando, que en su intento de escapar penetró a la residencia de la menor, ubicada en la calle Pimentel, del sector San Carlos, de esta capital.
La policía reportó que persigue al dúo que originó la balacera y que, conforme a las investigaciones preliminares, El Chino y Claudio viajaban en una yipeta Honda CRV, gris, en la que escaparon.
Matos Ogando narró a los investigadores que el incidente es motivado por viejas rencillas que mantiene con El Chino y Claudio, debido a que en una ocasión hirió de arma blanca a uno de sus agresores cuando trataron de quitarle una cámara fotográfica.
Un hombre de San Carlos, que no quiso identificarse, lo atribuyó a un caso de drogas.
De Mariela Mejía
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