Fogueo. Previo al Campeonato Mundial Turquía
MADRID, España. EFE. España no pudo ganar a Estados Unidos, 85-86 tras un final agónico, y se ahogó en su propia ansiedad, que se manifestó, sobre todo, en los primeros dos cuartos del partido, en los que los nervios lastraron su acierto y su baloncesto.
La selección española se ahogó en su propia ansiedad de salida. Los nervios les jugaron una mala pasada a los españoles, que tenían muchas ganas de vencer a Estados Unidos y que querían quedar bien ante un público entregado.
Pero todo salió al revés. Los estadounidenses salieron más templados, defendiendo con mucho físico y con la puntería afinada, especialmente por parte de Kevin Durant, autor de los primeros puntos y de las primeras ventajas.
Los nervios y la ansiedad de los jugadores españoles lejos de aminorar fueron creciendo porque no entró nada, ni de lejos, ni de fuera, y tampoco de bandeja.
Cada tiro fallado fue una cuchillada en la moral de la selección, a excepción de Juan Carlos Navarro, inmune a este tipo de circunstancias. Al descanso el 33-45 fue la mejor noticia al estar a sólo doce puntos.
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