Seis cadáveres fueron encontrados el domingo en una fosa cercana al turístico balneario de Cancún (sureste de México) y al menos tres de ellos tenían una herida en el pecho y se les había extraído el corazón, informó la fiscalía estatal.
"Al parecer fueron atormentados y les abrieron el pecho para sacarles el corazón", dijo a la prensa Félix Canul, vocero de la Procuraduría (fiscalía) General de Justicia del Estado de Quintana Roo, al que pertenece Cancún.
Las víctimas son cuatro mujeres y dos hombres cuyos cadáveres fueron encontrados después de que una vecina alertara de la presencia de un colchón con manchas de sangre junto a una fosa ubicada en la periferia de Cancún, el primer destino turístico internacional de México.
Se desconoce la identidad de las víctimas, las causas y los motivos de su muerte aunque versiones periodísticas apuntan a que podría tratarse tanto de un ajuste de cuentas del crimen organizado como algún tipo de ritual.
Al parecer todos los cuerpos tenían las manos atadas o esposadas y al menos tres de ellos lucían una marca de la letra Z en el abdomen, lo cual sería una aparente referencia al sanguinario cártel narcotraficante Los Zetas.
El ex alcalde de Cancún -ciudad señalada como una importante zona de tráfico de drogas- y aspirante a la gobernación de Quintana Roo el próximo julio Gregorio Sánchez fue detenido a finales de mayo acusado de proteger y colaborar con los cárteles de Los Zetas y los Beltrán Leyva.
Los narcotraficantes mexicanos se suelen ensañar con sus víctimas cortándoles en ocasiones la cabeza o descuartizándolas por completo.
El gobierno mexicano responsabiliza a las pugnas entre cárteles de más de 22.700 homicidios en los últimos tres años y medio y ha desplegado contra ellos a unos 50.000 militares.
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