Un gol de Maicon a los 55 minutos y otro de Elano, a los 72, le dieron a Brasil un debut con victoria en el Mundial de Sudáfrica, por 2-1 sobre Corea del Norte, que asustó en el primer tiempo al eclipsar a las estrellas de Dunga con un juego muy ordenado en defensa.
Kim Jong Hun levantó una auténtica ‘muralla norcoreana’ con cinco defensores en el fondo y cuatro en la mitad que hizo ver inofensivo a Kaká, a la postre sustituido por Nilmar.
Con un juego solidario y pocos centímetros entre uno y otro, los de rojo no tuvieron problemas en cortar los cables del sistema ofensivo de los ‘canarinhos’ en el primer tiempo.
Pero la incertidumbre de los brasileños se despejó cuando comenzaba la segunda etapa. Un pase de Elano para el desborde de Maicon por su banda terminó con un centro del jugador del Inter que se filtró entre el primer palo y el arquero Ri Myong Guk.
Una alta cuota de complicidad para el portero, que salía al corte de un centro, y mucha de suerte para el lateral derecho, pues su lanzamiento salió con venenoso efecto al fondo de la red.
Elano, quien cumplió 29 años, tuvo su premio al capitalizar a los 78 minutos un pase profundo de Robinho.
El partido de la paciencia, ahora parecía fácil para los de Dunga, a pesar de la intrascendencia de Kaká y Luis Fabiano, quienes durante la preparación debieron atender sendos problemas musculares, pero la selección de Corea del Norte mantuvo su bloque ofensivo y adelantó sus líneas.
A un minuto del fin del tiempo reglamentario el centrocampista Ji Yun Nam puso la guinda a una espectacular jugada en tres toques que partió de la mitad de la cancha, un compañero bajó de cabeza al área y él la recibió para conectar sin marca por encima de Julio César, quien hasta entonces era un espectador.
Trabajo laborioso
El resultado devolvió a los norcoreanos algo del trabajo laborioso que desarrollaron para frenar en seco a los brasileños y dejó con márgenes estrechos el orden en el Grupo G, porque horas antes Costa de Marfil y Portugal empataron sin goles.
El próximo domingo, Brasil chocará con el equipo africano y los asiáticos se medirán con Portugal.
La sacudida en la segunda etapa no alcanzó a ocultar la falta de mordiente del equipo brasileño.
Burocrático y casi que apático, los de Dunga avanzaron la mayor parte del partido sobre algo que parecía un campo minado, pues en cada sector aparecía una red escalonada de camisetas rojas.
Un Kaká desconocido, sin agilidad ni genialidad perdió el timón y la brújula por momentos la compartieron Elano con algunos remates a distancia que no llevaron peligro, y Robinho, cuyos regates vistosos dieron hoy la sensación de que están bien estudiados por los norcoreanos.
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