Martín Demichelis a los 77 y Palermo a los 89 marcaron los goles de Argentina en este partido por el Grupo B, en el que terminó a la cabeza con el ideal de nueve puntos.
Demichelis marcó un gol, tal como había ocurrido con otro defensor, Gabriel Heinze, en el 1-0 ante Nigeria de la primera fecha.
Lionel Messi, quien salió como capitán y tuvo algunos destellos aunque sigue sin marcar goles, fue uno de los cuatro titulares que jugó de entrada.
La derrota dejó afuera a Grecia, que se quedó con tres puntos. Corea del Sur se llevó la segunda plaza del grupo al igualar 2-2 con Nigeria. Los coreanos sumaron cuatro unidades y los nigerianos dos.
El resultado le cayó de perillas al equipo de Maradona, ya que además buena parte de su equipo irá con suficiente descanso a Johannesburgo.
Eso fue lo que buscó Maradona.
México, en cambio, dejó este martes jirones de vida en la derrota 1-0 ante Uruguay en Rustenburgo. Pero igualmente avanzó junto con Uruguay dentro del Grupo B.
Argentina controló la pelota, manejó el partido pero le faltó nada menos que el gol, aunque tan solo durante la primera etapa tuvo cuatro claras ocasiones.
Messi, quien con 22 años pasó en este partido a ser el capitán más joven de Argentina en copas del Mundo, tuvo algunos destellos en el primer cuarto de hora que no pasaron a mayores por la férrea marca griega.
Aún sin convertir goles, Messi estuvo a punto de marcar cerca del final de la etapa cuando un tiro de emboquillada fue enviado al córner por Alexandros Torvas.
Messi se calzó la cinta en lugar de Javier Mascherano, uno de los siete titulares que estuvieron en la goleada 4-1 sobre Corea del Sur y que tuvieron descanso por diversos motivos.
En cambio, reapareció el cerebro del mediocampo, Juan Sebastián Verón, ausente ante los surcoreanos por una contractura en su gemelo derecho. Verón fue gravitante en sus reconocidos pases de media y larga distancia.
Argentina quería el gol pero no podía quebrar el cerco de Grecia, que parecía conformarse con el empate ya que atacaba con un solo hombre de punta, Giorgios Samaras, quien de tanto en tanto recibía la compañía del capitán Georgios Karagounis.
Pasado el cuarto de hora, Torvas se lució con dos atajadas que finalizaron en sendos tiros de esquina: primero le ahogó el grito de gol a Sergio Agüero, quien había dejado en el camino a Sokratis Papastathopoulos, y luego desvió un tiro de Verón desde afuera del área.
Aquietado luego el ritmo del partido, y quizás aburridos por las falta del gol, miles de espectadores descargaron al unísono sus pulmones con las famosas vuvuzuelas.
Cerca del cierre de la etapa, además del tiro de Messi hubo otro de Maxi Rodríguez que recibió de Agüero y sacó un derechazo que le quemó las manos a Tzorvas.
Grecia salió en el complemento con un explosivo contragolpe del solitario Samaras, quien aprovechó una cadena de errores en la defensa argentina y remató apenas desviado.
Pero fue solo un espejismo, ya que luego Argentina volvió a la carga con disparos desde todos los ángulos.
El gol llegó con un córner que cabeceó Demichelis, la pelota rebotó en Diego Milito y el rebote fue capitalizado por el mismo zaguero del Bayern Munich, quien la clavo en la red.
Después, Argentina se perdió el segundo cuando un disparo de Messi rebotó en un palo.
Y cuando no, Palermo, el "Titán" de Boca Juniors, aseguró el resultado al clavar el 2-0 luego de un rebote en el arquero tras un disparo de Messi.
"Qué de la mano, de Maradona, todos la vuelta (olímpica) vamos a dar", cantaban por entonces millares de fanáticos argentinos.
Argentina va en busca de su tercer título: el primero fue en 1978 en casa y el otro en 1986 en México, cuando Maradona fue el mejor jugador del Mundial.
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