AP/Nueva York. Ozzie Guillén comentaba hace poco que había un jugador dentro de la constelación de estrellas de los Yanquis de Nueva York que pasa inadvertido y seguido soltó una cascada de elogios.
Se trata de Robinson Canó, el segunda base dominicano de los Yanquis que fue seleccionado como el mejor jugador del mes de abril en la Liga Americana.
Para Guillén, el manager de los Medias Blancas de Chicago, Canó es una figura anónima dentro de los Yanquis de Nueva York, opacado en una alineación que incluye a Alex Rodríguez, Derek Jeter, Mark Teixeira y Jorge Posada.
“Es uno de los peloteros más completos en las mayores, pero tú lo ves siempre bajito en los laureles en medio de esos bateadores que tiene encima”, resaltó Guillén.
“Siempre que juega contra nosotros nos mata”, añadió.
Guillén no exagera: Canó ha sido el motor ofensivo de Nueva York en el curso del primer mes de la temporada regular.
El desempeño del dominicano es notable, al considerar que ha respondido con creces al desafío que le planteó su manager Joe Girardi, quien le subió al quinto puesto en el turno al bate tras la partida de Hideki Matsui.
Acá las pruebas. Al comenzar la jornada del miércoles, Canó lideraba su circuito en promedio (.376) y estaba segundo en jonrones (9), anotadas (23) y slugging (.723). También encabeza la estadística de OPS (1.142), una que mide el embasado más slugging.
Pero lo más impresionante ha sido el repunte de su producción cuando encuentra a corredores en posición de anotar, una faceta donde ha adquirido otra dimensión.
Su promedio global en 2009 fue un magnífico .320 con 25 jonrones y 85 impulsadas, pero dejó mucho que desear cuando le tocaba batear con hombres en posición de anotar. Arrojó un débil promedio de .207 (38 hits en 184 turnos), la segunda peor cifra entre los 106 jugadores que acumularon un mínimo de 150 viajes al plato en esas circunstancias. El giro ha sido de 180 grados en 2010, al batear para .308 (8 en 26) con dos jonrones y 13 remolcadas. Ahora es un bateador más paciente y selectivo en el plato, sobresaliendo pese a que Rodríguez (.253) y Teixeira (.175), que están frente suyo en el orden ofensivo, han comenzado apagados. Es lo que esperaba Girardi de Canó a sus 27 años, al considerarle como un jugador con la suficiente experiencia para responder a mayores exigencias. Canó sabía que batear quinto estaba en el horizonte y se preparó junto a Kevin Long, el coach de bateo de los Yanquis, para mejorar en ese aspecto, pese a que apenas tuvo un mes para hacerlo al volver a la República Dominicana.
“Entendí que tenía que empezar a hacer mi trabajo con hombre en base”, afirmó Canó. “No tiene ningún sentido producir bien sin nadie en base. Lo que hice fue preguntarle a algunos compañeros por consejos para mejorar”.
“Todavía me considero un jugador que le falta mucho por aprender y con muchas metas por lograr”, añadió. Sus compañeros no se han sorprendido con el rendimiento de Canó, con la opinión unánime que es el resultado de la madurez que ha alcanzado.
Las frases
Ozzie Guillén
Es uno de los peloteros más completos en las mayores, pero tú lo ves siempre bajito en los laureles en medio de esos bateadores que tiene encima”.
Robinson Canó
Todavía me considero un jugador que le falta mucho por aprender y con muchas metas por lograr”.
Jorge Posada
Ahora cuenta con la seguridad de saber bien lo que tiene que hacer en cada turno”.
Tony Peña
Es simplemente madurez. Y esa madurez se gana con el tiempo, aprendiendo y haciendo los ajustes”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario