A bordo de hasta 15 vehículos, entre 20 y 30 hombres armados llegaron la madrugada del miércoles al hotel Holiday Inn de Monterrey y tras introducirse en varios cuartos se llevaron a cuatro huéspedes y el recepcionista, además de la computadora del hotel con los nombres de las personas que se hospedaban, informó en rueda de prensa el procurador Alejandro Garza.
El comando se dirigió posteriormente al hotel Misión, donde también secuestró al recepcionista, dijo.
Garza añadió que se investiga además el posible secuestro de un guardia de seguridad privado que habría estado en las inmediaciones del Holiday Inn.
Los huéspedes fueron identificados como tres hombres que se registraron como empresarios originarios de la ciudad de México y una mujer que dijo que era empresaria de Reynosa, en el estado vecino de Tamaulipas.
A su llegada al Holiday Inn, los pistoleros llevaban a una persona esposada, quien al parecer les indicó que fueran al cuarto 517.
Garza dijo que en el cuarto 517 había una persona de origen oriental, a quien sólo le robaron su computadora personal.
"Se pudieron percatar que no era la persona que estaban buscando", comentó. Entonces entraron a varias habitaciones más.
Interrogado sobre los responsables, el procurador señaló que aún se investiga pero que por la forma en que se operó "pudiéramos determinar que sí se trata de algún grupo de la delincuencia organizada que estaba buscando a un grupo contrario".
Monterrey, a unos 800 kilómetros al norte de la ciudad de México, ha sido escenario en las últimos semanas de un incremento de hechos violentos atribuidos al narcotráfico.
Garza dijo que muchos del incidentes se explican por "un acomodo de los carteles".
Apenas el 19 de marzo, dos estudiantes universitarios murieron al quedar en medio de un enfrentamiento entre militares y presuntos sicarios en las afueras del campus donde estudiaban.
La situación en las Monterrey y sus inmediaciones llevó al alcalde de la municipalidad vecina de San Pedro Garza García a crear un "grupo rudo", integrado por particulares y con el que buscaba enfrentar al crimen organizado, lo cual le valió duras críticas por considerar que podría implicar actividades ilegales.
El miércoles, sin embargo, el alcalde Mauricio Fernández anunció la disolución de ese grupo, al considerar que "se estaba desvirtuando lo que estaba tratando de hacer".
Mientras, en la ciudad de Cuernavaca, al sur de la capital mexicana, la policía encontró el miércoles los cuerpos de dos hombres asesinados junto con un mensaje en el que un capo advierte de la captura y pronto asesinato de 25 rivales.
Los cadáveres de las personas fueron localizadas en las afueras de un bar de Cuernavaca, a unos 90 kilómetros al sur de la capital mexicana y donde han recrudecido la violencia y los asesinatos atribuidos por las autoridades a una disputa por el control del cartel de los hermanos Beltrán Leyva.
En la noche del miércoles hubo un enfrentamiento entre soldados y hombres armados cerca de la capital nacional. Dos presuntos pistoleros murieron, dijeron las autoridades.
Guadalupe Sánchez, vocera de la procuraduría federal en el Estado de México que colinda con la capital del país, dijo que hubo cuatro detenidos luego del tiroteo en la localidad de Huixquilucan.
En Tijuana, el ejército decomisó 18,8 toneladas de marihuana empaquetada y lista para ser traficada a Estados Unidos, informó un comandante militar. En la operación fueron detenidas ocho personas.
La violencia vinculada al crimen organizado y el narcotráfico ha dejado más de 22.700 muertos desde que en diciembre del 2006 el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles de las drogas.
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