EFE La llegada de la primavera es motivo de preocupación para quienes padecen de alergias relacionadas con esta época. Por ello, y para ayudar a mantenerlas bajo control, los expertos sugieren algunas medidas preventivas a seguir.
Y es que ellos saben que aunque la alergia parezca una enfermedad simplemente molesta, puede llegar a dificultar de forma importante la vida de quien la padece.
Millones de personas sufren de alergias durante esta estación, principalmente a causa de la exposición al polen y al moho. Sus síntomas incluyen problemas respiratorios, reacciones de la piel y la vista, y pueden ser serios si no se tratan a tiempo.
“Lo más importante es que las personas que padecen de este tipo de alergias se preparen con anticipación y no esperen hasta que los síntomas estén fuera de control”, dijo a Efe Russell B. Leftwich, médico y experto de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAI).
De acuerdo con el especialista, uno de los errores más comunes con respecto a este tipo de alergias es que usualmente las personas que las padecen acuden al médico cuando los síntomas ya son muy fuertes.
“Lo peor de esperar hasta cuando los síntomas están muy avanzados es que los tratamientos no funcionan tan bien como cuando están empezando”, indicó Leftwich.
Según la AAAI, la rinitis alérgica estacional, conocida también como “fiebre del heno”, afecta a más de treinta y cinco millones de personas en Estados Unidos.
El polen y las esporas de moho presentes en el aire son las principales sustancias que sensibilizan y provocan reacción en este tipo de alergia, que afecta durante la primavera y el otoño, pero que, dependiendo de la zona y las condiciones climáticas, puede empezar a manifestarse tan pronto como en febrero.
Los principales síntomas que presenta la rinitis alérgica son los estornudos, la congestión y secreción nasal, la picazón en la nariz, el paladar, la garganta, los ojos y los oídos.
Se aconseja a quienes la padezcan mantenerse informados sobre el nivel de actividad de polen en la zona en la que residen.
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La alergia es una respuesta exagerada del organismo frente a una sustancia determinada. Estas sustancias pueden ser ambientales, alimentos o remedios, y todos se conocen como alergenos cuando producen este tipo de reacción en una persona.
La tendencia a manifestar alergias es en un 10% hereditaria, no necesariamente al mismo alergeno, pero es una predisposición genética que tiene el cuerpo para reaccionar. Por lo tanto, si un niño tiene padres alérgicos tendrá mayores posibilidades de desarrollar estos cuadros.
Todas las personas viven expuestas a diferentes factores que pueden ser alergenos y no tener ninguna reacción. Pero las personas alérgicas desarrollan una respuesta de defensa exagerada al más ínfimo contacto con la sustancia que las afecte.
Cómo tratarlas. Aunque la alergia en sí no tiene cura, pues la persona vivirá con ella toda su vida, sí tiene tratamiento médico para aliviar los síntomas.
Un médico puede determinar qué tipo de alergia es y solicitar un examen para saber qué factores la producen. Luego, estará en condiciones de prescribir el medicamento y las dosis adecuadas de antihistamínicos (antialérgicos) para eliminar los síntomas.
Las alergias
Se manifiestan de distintas formas. Entre ellas encontramos:
Rinitis alérgica: estornudos y flujo nasal más picazón y lagrimeo en los ojos.
Asma bronquial: dificultad para respirar, acompañada de ronquidos durante la exhalación. Es producto de la contracción de los bronquios que dificulta la salida del aire desde los pulmones.
Urticaria: manchas rojizas que sobresalen levemente en cualquier lugar de la piel. A pesar de lo molesta que es, porque pica mucho, desaparece sola luego de algunas horas. Se produce porque la piel secreta una sustancia llamada histamina, que dilata los vasos sanguíneos.
Angiodema: reacción mucho más fuerte de la piel que produce hinchazón de los párpados o labios. Puede ser grave si llega a la lengua o la úvula (campanilla), ya que puede producir muerte por asfixia.
Anafilaxis: dilatación general de los vasos sanguíneos, que causa bajas de presión y pérdida de conocimiento. Si no es tratada a tiempo, puede producir la muerte.
Dermatitis atópica: erupción de la piel parecida a un sarpullido que pica mucho. Es muy típica de los niños a partir de los dos meses. La mitad de los niños con este tipo de alergias, también presentan rinitis alérgica.
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