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A continuación, los datos más importantes del informe del Departamento de Estado sobre la lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero en República Dominicana, Haití y Cuba: República Dominicana El Departamento de Estado valoró las "evidentes" mejoras en la aplicación de la ley contra el tráfico de drogas en la República Dominicana, aunque advirtió de la corrupción "endémica" de su Gobierno y grupos de interés del sector privado. Según el informe, la isla sigue siendo un centro importante de tráfico de drogas, principalmente de cocaína que proviene de América del Sur y se dirige a EE.UU. y Europa. El informe estima que las cantidades de droga que se comercializaron en 2009 en el país son parecidas a las de años anteriores, aunque las autoridades aumentaron el volumen de las incautaciones. El éxtasis, que es la principal droga decomisada en el pasado, fue incautado en menor medida durante 2009, mientras que se doblaron las de cocaína. Por primera vez, el Gobierno dominicano detectó una nueva ruta de tráfico de drogas, procedente de Asia y con destino a Centroamérica, que transporta pseudoefedrina, de la que fueron incautadas 1,3 millones de unidades. El informe también advierte del incremento del consumo juvenil de drogas, que ha supuesto un aumento de la violencia criminal. En cuanto a la política antidrogas del Gobierno, considera que el cambio de la jefatura de la Dirección Nacional del Control de Drogas (DNCD) posibilitó resultados más efectivos en la persecución de narcotraficantes, aunque el país sigue siendo "vulnerable" a los crímenes financieros debido a una "débil" legislación de lavado de dinero. Haití El "importante" efecto que el terremoto del 12 de enero tendrá en la lucha contra el narcotráfico y el blanqueo de dinero es una de las máximas preocupaciones manifestadas en el informe sobre Haití. A pesar de que reconoce "modestas mejoras" en la lucha contra el narcotráfico durante 2009, la corrupción y la debilidad de las instituciones democráticas y judiciales son todavía retos para un país que es atractivo a las mafias por su localización y su frágil seguridad. Haití es así puente para el tráfico de cocaína desde América del Sur y de marihuana de otras partes del Caribe, que tiene como destino EE.UU., Bahamas y otros países caribeños. Pese a que se carecen de datos sobre incautaciones, el informe resalta el aumento del cultivo de marihuana, que en su mayoría se destina al mercado doméstico, y la caída de las cantidades de producción de cocaína, de 68 kilogramos en 2008 a 18 en 2009. Las rutas clandestinas a través de pequeños aviones procedentes de Venezuela son todavía la principal "amenaza" en la entrada de drogas a Haití. El número de este tipo de vuelos se incrementó respecto al año anterior, al pasar de 17 a 25 detectados, y continuaron las lanchas rápidas que transportan cocaína a la costa sur de Haití. Como en años anteriores, el informe reveló el importante nexo entre el lavado de dinero y el tráfico de drogas y a los secuestros, pero también atribuyó este tipo de crímenes las implicaciones de la corrupción oficial. Instó al Gobierno haitiano a seguir reforzando la democracia de sus instituciones y valoró los esfuerzos de EE.UU., Naciones Unidas y otros contribuyentes internacionales a programas de entrenamiento de las fuerzas de seguridad en el país caribeño. Cuba Cuba duplicó en 2009, con respecto a 2008, sus incautaciones de drogas, según el Departamento de Estado, que señaló que una mayor cooperación en materia de lucha contra el narcotráfico entre La Habana y Washington sería beneficiosa para ambos países. El informe recoge la posición del Gobierno cubano de que el aumento de las incautaciones "no significa un aumento del uso de drogas o de la demanda en Cuba sino que varios casos supusieron mayores cantidades aprehendidas que en el 2008". Según las autoridades cubanas, los traficantes de drogas "han mostrado recientemente interés en traficar narcóticos en Cuba para su venta a criminales que operan en Cuba", por el alto precio de la droga en la isla en comparación con otros países de la región. Las autoridades estadounidenses consideran que a medida que Cuba desarrolla su industria turística "hay más probabilidades de un mayor flujo de narcóticos en el país, tanto para uso personal como para venta". Hasta diciembre de 2009, el Gobierno cubano no había presentado una propuesta de acuerdo con EE.UU. sobre la lucha contra el narcotráfico, como había anunciado en julio del año pasado. Pero el departamento de Estado considera que "ambas naciones pueden ganar una mayor cooperación, especialmente considerando la situación de Cuba en el Caribe y el potencial de que la isla y sus aguas territoriales sean utilizadas para el tráfico de drogas a EE.UU.". |
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