lunes, 22 de febrero de 2010

Derrumbes son un peligro en Cordillera Septentrional

EXPERTOS LLAMAN A TOMAR MEDIDAS PARA EVITAR DESASTRES POR LLUVIAS
Amenaza. Los deslizamientos de tierra se han convertido en una amenaza para comunidades cercanas a la Cordillera Septentrional.
Daños. Hace un año que se produjo el hundimiento en la comunidad de Carlos Díaz.

Santiago.- Desde hace muchos años se vienen produciendo derrumbes y hundimientos en puntos de la Cordillera Septentrional, en un radio que abarca a varias provincias de la región del Cibao, donde inclusive han desaparecido comunidades completas y el deterioro permanente de carreteras y caminos, causando preocupación a instituciones de socorro y encargadas de velar por el funcionamiento de la infraestructura vial.

En zonas de las provincias de Santiago y Puerto Plata se han generado, en los últimos meses, derrumbes que han afectado a cientos de familias, como son los casos de Carlos Díaz, Palo Quemado y recientemente en la comunidad Marivasque, en las proximidades de la loma Isabel de Torres en su vertiente sur.

A juicio del geólogo Orlando Franco, esos derrumbes se deben a las fallas que bordean la Cordillera Septentrional.

Desde esta ciudad se puede observar la marca de un gran deslizamiento de tierra ocurrido a final de la década del 80, en Palo Quemado, próximo a la Cumbre, donde murieron varias personas y quedaron sepultadas algunas parcelas cultivadas de rubros agropecuarios.

Las dos principales vías de comunicación terrestre que unen a Santiago y Puerto Plata están expuestas a constantes deslizamientos, sobre todo la Luperón que atraviesa por entero el macizo montañoso, lo que puede dejar incomunicadas a ambas ciudades y con ello causar graves trastornos, ya que el principal puerto del Cibao está en la ciudad atlántica.

La situación de las carreteras, en especial de la Turística Gregorio Luperón, es muy delicada, donde los deslizamientos constantes, obligan a un programa permanente de reparación y desvíos. Las autoridades de Obras Públicas y los organismos de socorro mantienen un monitoreo regular en esa vía.

El pasado año cuando el hundimiento de Carlos Díaz, en comunidades como Palo Quemado, la Cumbre de Juan Veras y otras de las proximidades, se registraron deslizamientos y agrietamientos que obligaron a muchas familias a abandonar sus viviendas y reubicarse en otros lugares más seguros. La diligente intervención de los organismos de socorro evitó males peores.

Geólogos
Los geólogos y expertos en sismología han advertido de los riesgos y peligros que asechan debido a las fallas que bordean la cordillera Septentrional y las características de los suelos, muy proclives a los deslizamientos y agrietamientos en la corteza.

En ese aspecto el geólogo Orlando Franco, conoce a profundidad las causas de la vulnerabilidad de los suelos de esa zona montañosa, que va desde Monte Cristi en el Noroeste hasta la provincia de Samaná en el Nordeste.

Por su lado Sur pasa la falla geológica que lleva el nombre de la cordillera y que es una amenaza constante de sismos. En la provincia de Puerto Plata cuenta con otra que llamada Camú.

Es una zona densamente poblada y con alta productividad de de café, cacao, aguacates, víveres y de ganado.

El profesional dijo que la carretera Luperón fue trazada de forma incorrecta por una zona muy proclive a los derrumbes.

Reconoce que fue diseñada en los tiempos de la intervención norteamericana donde no habían los avances técnicos que hay en la actualidad. Su reconstrucción siguió los mismos lineamientos que la original, lo que causan problemas permanentes.

Franco recomienda que se hagan estudios sobre la situación de los suelos en las diferentes zonas de este macizo montañoso, para que se determinen los lugares de construir viviendas y los de cultivos, para así evitar situaciones como las de Carlos Díaz, en febrero del 2009, y en Palo Quemado, en 1988.

Dijo que el Bloque Septentrional es una cadena de montañas que siguen creciendo y tienen una ruptura sísmica activa, donde se generan derrumbes en todas partes, incluyendo en las zonas de Jamao, Gaspar Hernández y Tenares, donde las vías y caminos vecinales a menudo se deterioran. Franco precisa que la construcción de carreteras sin los estudios adecuados como la Luperón, donde se registró una intensa aglomeración de viviendas, con procesos de deforestación, aumentan los riegos de deslizamientos por aguaceros o por sismos.

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ZONAS VULNERABLES PARA LOS DERRUMBES

Los puntos donde ocurren más derrumbes en la Cordillera Septentrional son en torno a la Cumbre que divide a Santiago y Puerto Plata, en Pedro García, en las proximidades de Tamboril.

En torno a la loma Isabel de Torres, en Palo Quemado y en la franja entre Imbert y Maimón, por la carretera Duarte. En muchos casos son hundimientos y no deslizamientos de tierra.

Otros puntos vulnerables a los derrumbes son algunas zonas ubicadas entre las provincias Duarte y María Trinidad Sánchez, donde en tiempos lluviosos las carreteras sufren graves daños por los derrumbes.

Leoncio Peralta

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