Un empleado cierra la puerta principal donde funcionaba la empresa Mera Muñoz & Fondeur en Puerto Príncipe. |
Puerto Príncipe, Haití.- En el salón oscuro de un burdel en Petion Ville, cinco hombres conversan sentados alrededor de una mesa de cristal apenas visible por una luz que se refleja también en las paredes lúgubres de las pocas que quedaron revestidas con espejos.
Las cosas andan mal desde el terremoto y sólo dos de las chicas de las veinte que solían atender a los parroquianos del lugar aparecen unos minutos después escoltadas por el hombre que maneja este negocio.
Una de ellas, Sophie, dominicana de no más de 20 años, blanca y delgada, terriblemente triste, soportó como todos en Puerto Príncipe el sismo del 12 de enero, pero no quiso o no pudo viajar a República Dominicana como el grueso de sus compañeras.
Un mes después del peor desastre natural en Haití todavía no se sabe con certeza cuántos dominicanos murieron en la tragedia, mucho menos el destino de centenares de prostitutas cuya llegada a la capital haitiana no registra la Embajada Dominicana.
“Yo estimo que murieron más de cien”, dijo a LISTÍN DIARIO Gloria Pérez Guzmán, una empresaria dominicana que lleva 22 años en Haití y que dirige una fundación que trabaja con más de un centenar de dominicanas dedicadas a la prostitución.
Las propias autoridades dominicanas ni siquiera se han puesto de acuerdo. A mediados de enero, el cónsul dominicano en Puerto Príncipe, Carlos Castillo, habló de 24 fallecidos, y Pastor Vásquez, consejero de la Embajada, dijo que el número podía aumentar al removerse los escombros en lugares como la zona baja de la capital, muy frecuentada por dominicanos.
Impacto
Quince días después el canciller Carlos Morales Troncoso dijo que fueron 26 y que los desaparecidos podrían ser hasta un centenar y medio, y la Asociación de Dominicanos Residentes en Haití estima que el número de víctimas podría llegar casi al medio millar.
“La comunidad dominicana resultó muy impactada; muchos perdieron sus hogares y negocios y algunos murieron”, dijo a LISTÍN DIARIO Rubén Silié, el embajador dominicano en Haití.
“Los daños materiales y las pérdidas humanas (en sentido general en Haití) sobrepasaron lo que en un primer momento pensábamos”, agregó el diplomático. “Pero nosotros vamos a hacer una evaluación”.
En la primera semana después del terremoto la Embajada evacuó a casi un millar de dominicanos, incluyendo a un centenar de prostitutas.
Antes del 12 de enero, según la representación, vivían en Haití unos 6,000 dominicanos, aunque otros consideran que el número puede llegar a 15,000 en todo el país. Si los números de la Embajada son correctos, una simple operación matemática podría determinar la cantidad de dominicanos que murieron en la tragedia: Si de 9 millones de haitianos murieron 200,000 en promedio (2.22% de la población), de 6,000 dominicanos debieron haber muerto, en la misma proporción, 133 personas.
Pero sólo son números. Oficialmente, las autoridades dominicanas reportaron las muertes de seis personas: Guillermo Peña y José Rafael Medina, Yoli Gómez, Alexander Zapete Cordero, Emmanuel Santana Zapete y John Luis de León. La que también se vio afectada fue la empresa constructora dominicana Mera, Muñoz & Fondeur, que además de perder a diez de sus empleados, incluyendo a algunos de sus ejecutivos, el edificio de cuatro niveles que había adquirido hace años colapsó durante el sismo.
Fondeur
“Hubo una intensa labor para rescatar a todo el personal, a los fallecidos y a los vivos; la edificación se convirtió en arena y escombros. Gran parte de los archivos e informaciones digitales se perdieron y sólo se conserva la parte que había sido trasladada a la sede central de la empresa en Santiago”, dijo al LISTÍN DIARIO Ricardo Fondeur, vocero de la compañía. “Nos proponemos construir un nuevo edificio para la empresa, con las normas antisísmicas necesarias”, agregó.
La misma empresa, que no informó sobre el monto en pérdidas materiales, puso sus equipos al servicio de las labores de rescate y reparaciones en Puerto Príncipe, y tiene planes de continuar operando en Haití.
En realidad, el gobierno dominicano volcó toda su ayuda disponible apenas conocida la tragedia y estuvo primero al frente en las operaciones de rescate y de asistencia humanitaria.
El ministro de Hacienda, Vicente Bengoa, ha dicho que República Dominicana, a dos semanas del sismo, había erogado 558 millones de pesos: 40 millones a las Fuerzas Armadas, 15 millones a la Policía Nacional, 428 millones al Ministerio de Salud, 10 millones a la Defensa Civil, 15 millones al Plan Social de la Presidencia y 50 millones a los Comedores Económicos, programa que aún permanece en Puerto Príncipe a cargo de Isaura Jiménez Espino, repartiendo 60,000 raciones diarias de comida.
“Ha habido un cambio en la forma en que los haitianos miran ahora a los dominicanos”, dijo Rubén Silié, el embajador dominicano en Haití.
Colaboraron en Santo Domingo y Santiago el reportero
Rainier Maldonado y el jefe de corresponsalía
Leoncio Peralta.
PRESENCIA DOMINICANA
La Cruz Roja Dominicana también se ha quedado en Haití y trabaja en coordinación con la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Los voluntarios, alrededor de 50, rotan cada semana para permanecer en Puerto Príncipe, inclusive con haitianos que viven en República Dominicana y que sirven como traductores, según Teófilo Marmolejos, jefe de misión de turno.
En materia de salud, el ministro Bautista Rojas Gómez ha dicho que la inversión dominicana en atenciones médicas para los pacientes haitianos afectados por el terremoto sobrepasa los 800 millones de pesos. El director del Plan Social de la Presidencia, Emigdio Sosa, dijo que a casi un mes de la tragedia se habían invertido 35 millones. Javier Valdivia
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