El dolor traspasa las fronteras, el sufrimiento es evidente en los familiares de Rafael Porte de 22 años, a quien las labores de rescate no fueron suficientes para preservar su vida.
Y es que las escenas de horror aun moran en las mentes de los sobrevivientes de un grupo de 15 dominicanos que se hospedaron en un hotel haitiano que también se volvió cenizas.
La desesperación es inevitable en Alejandrina Zapete, quien desconoce el estado de su hijo que quedó sepultado entre los bloques de cemento.
Mientras unos permanecen con heridas en varias partes de su cuerpo, a otros los mantienen sedados, porque al parecer los traumas psicológicos serán imborrables.
Aún nueve dominicanos permanecen desaparecidos en los escombros, del terremoto de 7.3 grados en la escala de Ritcher que sacudió el empobrecido país.
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