viernes, 27 de noviembre de 2009

Marola: la sorpresa del Negrito de Villa celebró sus 25 años

SERGIO VARGAS CELEBRÓ SUS 25 AÑOS EN EL ARTE CON SU ORQUESTA, AUNQUE LOS NÚMEROS INDICAN QUE SON MÁS. LA VELADA TRAJO RECUERDOS
Relevo. El merenguero prepara a su hija, Perla Marola, para entregarle la batuta del canto y que lo ayude a "apagar velitas".

Santo Domingo.- Sergio estaba feliz, pues hace mucho que quería celebrar en grande sus 25 años en el arte. Y aunque muchos, incluyendo al propio maestro Dioni Fernández le dijo en pleno show que “ese tema tiene más tiempo” él celebró sus 25 años y punto.

El show no tuvo mayores atractivos que un repertorio lleno de amor y desamor, en el que hubo temas tan lindos como “Dime corazón” y “Pero qué va”, de la producción reciente. También otros emblemáticos: “Marola”, “Las vampiras”, “Cuánta vida” y “Si un día la ves”, en fin, Sergio es un artista de un baile largo y sin pausa, aunque en este aniversario faltaron los adornos. Evidentemente fue un concierto porque de producción no hubo nada.

De los momentos más importantes de la noche hay que recordar el junte con sus dos hermanos Johnny y Kaky, con quienes interpretó el tema “A mi manera” de una manera magistral. La noche también sirvió de escenario para que Sergio pudiera mostrar a un público mayor su relevo; se trata de su hija Perla Marola, quien ha heredado el encanto de los Vargas, con una voz muy dulce y melódica.

El merenguero celebró en grande por adelantado con este show que a nivel musical no tuvo desperdicio.

POR DENTRO DEL SHOW

Los invitados. Se habló de que estarían en escena junto a Sergio varios artistas internacionales, los que nunca llegaron.

El look.
Aunque la idea era impresionar, al público no le gustó el nuevo look de Sergio. La peluca no le quedó nada bien y por el contrario, lo hizo ver mucho más viejo. Hizo falta verlo con sus greñas.

Boleros. Fue un momento bonito el que se vivió en el salón La Fiesta del hotel Jaragua cuando en compañía del maestro Jorge Taveras interpretó un popurrí de boleros muy emblemáticos.

Público. Aunque no hubo nada más que una buena orquesta y mucho merengue en escena, la gente se gozó la velada de principio a fin. En estos shows muchos quieren bailar y por lo general las mesas estorban.
En un momento, Sergio mandó a quitarlas para que se pudiera bailar. Emelyn Baldera

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