En la CDEEE se dio el caso del PRA y del propio Segura.
También la Ley 41-08 sobre Función Pública prohíbe en su artículo 80 "prestar servicios en la misma institución que su cónyuge y quienes estén unidos por lazos de consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado inclusive, cuando tuvieran relación de jerarquía".
Pero a pesar de estas advertencias, a menudo se destapan escándalos de funcionarios que tienen entre sus subalternos a sus hijos, suegros, hermanos, sobrinos, primos, cuñados y, en algunos casos, hasta a las queridas.
Este año, la práctica -conocida como nepotismo (desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos)- ha acaparado los titulares.
El caso que abrió el telón fue el de la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT), donde su ex director, Franklin Beltré Cabral, confesó públicamente que tenía parientes directos trabajando. En la nómina que presentó en el programa Nuria aparecían 19 empleados con sus apellidos. Ante el escándalo, Beltré fue destituido de sus funciones.
Sin embargo, no bien se recuperaba la opinión pública de este caso cuando estalló el del Programa de Reducción de Apagones (PRA), encabezado por su director, Marcos Lara, quien también frente a las cámaras de Nuria, admitió que tenía trabajando unos "seis o siete sobrinos".
En total, según Piera, los familiares y allegados en nómina sumaban los 60. El funcionario renunció, luego que el vicepresidente de la CDEEE, Radhamés Segura, dijera que constataron el nepotismo en el PRA. Lara fue sometido por la Dirección de Persecución de la Corrupción Administrativa (DPCA), por supuestamente sustraer RD$12 millones, pero no por nepotismo.
Segura tampoco escapó. En una serie de programas, Nuria mostró que el funcionario tenía varios familiares y relacionados en nómina. Segura también lo admitió y posteriormente fue destituido por el presidente Leonel Fernández. Continua AQui
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