SANTIAGO (R. Dominicana).- La
persecución, linchamientos y torturas por parte de ciudadanos
dominicanos en contra de supuestos o reales delincuentes sorprendidos en
"plenas acciones delictivas" están a la orden del día en la ciudad de
Santiago (norte), según datos de diversas fuentes recabados por Efe.
Esta situación preocupa al Ministerio Público, a los organismos de derechos humanos y a otros sectores sociales.
Dos adolescentes de 13 y 16 años, el primero de ellos huérfano, se
debaten entre la vida y la muerte en un hospital privado de Santiago
(norte) luego de ser golpeados con palos y sufrir heridas de armas
blancas al ser sorprendidos por desconocidos el jueves en una finca
cuando recogían mangos para mitigar el hambre.
En el sector Cerro de Papatín, al suroeste de la ciudad, dos jóvenes
de 16 y 17 años fueron atrapados y golpeados por comunitarios que los
acusaron de supuestamente asaltar estudiantes, obreros y mujeres en
horas de la noche. Uno de ellos, de acuerdo con los testigos, perdió una
oreja.
Ante tales hechos, el portavoz de la Dirección Cibao Central de la
Policía Nacional (norte), coronel Lorenzo Morillo, dijo hoy a Efe que en
el país hay un estado de derecho y que ninguna persona puede hacer
justicia con sus propias manos, al tiempo que pidió a la ciudadanía que
confíe en las agencias responsables de perseguir y sancionar el delito.
No obstante, en otro suceso, la Policía rescató a dos presuntos
ladrones que fueron atrapados con violencia por vecinos del sector Las
Colinas, también de Santiago, luego de que supuestamente atracaran a una
mujer a la que despojaron de sus pocas pertenencias.
En las cercanías de ese lugar, otra patrulla policial auxilió a un
supuesto ladrón que al ser atrapado por una multitud fue atado de pies y
manos en una motocicleta y arrastrado por las calles del sector, lo que
le produjo lesiones serias en la espalda, piernas, cabeza, brazos y
abdomen.
Asimismo, testigos informaron que desconocidos que sorprendieron a un
hombre de 25 años robando una batería a un vehículo todo terreno
estacionado en una calle del sector Cienfuegos, de Santiago, le
mutilaron con una sierra eléctrica una de sus manos.
"Fue algo horrible lo que vi, el dueño del vehículo estaba acompañado
de otro hombre, quienes le amarraron las manos (al supuesto ladrón), lo
sentaron en la calzada y luego llegaron otros tres hombres en otro
vehículo y uno de ellos extrajo del interior una sierra eléctrica", dijo
a Efe una señora que presenció el hecho y que se identificó como
Leonarda Mata Rubio.
Sobre ese y otros hechos similares, la fiscal de Santiago, Luisa
Liranzo, dijo recientemente a medios locales que nadie puede tomar
justicia con sus propias manos y mucho menos actuar como si se tratara
de la antigua ley del Talión: "Ojo por ojo, diente por diente".
Pero la justicia por mano propia no se detiene en el país. El 27 de
mayo pasado una multitud persiguió a un inmigrante haitiano
indocumentado que asaltó a una dominicana en el sector Pueblo Nuevo, en
el centro de la ciudad de Santiago, y tras darle alcance, un desconocido
lo ultimó de un disparo.
Ante tal escalada de linchamientos, Efe contactó y habló hoy con el
presidente de la Comisión de los Derechos Humanos en la región norte,
Dionisio Jérez, quien declaró que la inseguridad imperante en República
Dominicana mantiene a la población desesperada y nerviosa y que por esa
razón se producen este tipo de acciones, que considera algo peligroso y
lamentable.
Según Jerez, fruto del subdesarrollo del país, mucha gente que no se
siente segura con las agencias responsables de combatir la delincuencia,
cuando atrapan a supuestos o reales malhechores recurren a métodos
primitivos, y planteó al Estado crear mayores oportunidades de empleos
para los jóvenes a fin de disminuir los niveles de violencia y
delincuencia.
El activista de derechos humanos recordó que el año pasado, en la
zona este del país, un supuesto cuatrero fue herido a cuchilladas por
una multitud que supuestamente lo atrapó en flagrante delito, pero que
no conforme con las heridas que le provocaron le prendieron fuego y
murió calcinado.
"Son hechos abominables, que desdicen mucho de una sociedad que como
la nuestra, se entiende, es civilizada", se quejó Dionisio Jerez. EFE
Antonio Santana