SANTIAGO
(R. Dominicana).- Las contracciones en el seno del Partido de la
Liberación Dominicana (PLD) han roto la tradicional práctica de “lavar
los trapos sucios” en el interior de la casa. En Santiago los demonios
se han soltado entre los dirigentes que luchan de manera abierta por el
control de la organización en la segunda plaza de importancia política
del país.
Aunque los protagonistas visibles de la confrontación lucen ser, por un lado, el leonelista José Izquierdo y, por otro, los danilistas Fernando Rosa y Ramón Rodríguez, ambos miembros del comité central, por lo bajo se identifican como partes de la disputa el senador Julio César Valentín, el diputado Abel Martínez y el ministro de Interior Ramón Fadul.
José Izquierdo, quien se presenta en Santiago como vocero del grupo de la facción que encabeza Leonel Fernández, mantiene una crítica permanente a las ejecutorias del gobierno, llegando incluso a descalificar al ministro de Educación Carlos Amarante Baret y promover paralizaciones y protestas de los profesores.
"El gobierno de Danilo Medina ha engañado a los profesores con promesas que no se han cumplido, existe una situación de desesperación entre los maestros que ya no aguantan más y que demandan atención inmediata de sus reclamos”, dijo Izquierdo al respaldar las movilizaciones locales del magisterio.
El más reciente episodio de la confrontación en el PLD aconteció la semana pasada durante una reunión de funcionarios y dirigentes morados del Cibao en Moca, donde según fuentes de 7dias.com.do se criticó duramente el desborde de la campaña electoral a destiempo protagonizada por ministros del gobierno. Trascendió que allí también se decidió cerrarle el paso en el Congreso Norge Botello a los leonelistas del Cibao que aspiran a ser miembros del comité central.
Los presentes en la reunión de Moca, entre ellos Freddy Hidalgo, ministro de Salud Pública; Olgo Fernández, director del INDRHI; Ramón Rodríguez, administrador general de los Comedores Económicos; Aura Toribio, gobernadora de Santiago y Teresa Inoa, gobernadora de Sánchez Ramírez, decidieron enviar un documento al presidente Danilo Medina donde le comunicaron su malestar y las consecuencias negativas para el gobierno que está teniendo en la región la campaña a destiempo por la candidatura presidencial de varios de sus funcionarios.
El grupo de funcionarios y dirigentes del PLD advierten a Medina que el proselitismo interno extemporáneo “distrae y genera gran confusión”, aparte de que disloca los trabajos del congreso que debe renovar la estructura de la organización.
Otras observaciones señaladas en el documento entregado a Medina son, además la afectación del congreso, la falta de planificación de la extemporánea campaña y el peligro de poner en juego la victoria electoral del partido en las elecciones de 2016. Califican de “preocupante” que algunos de los que se promueven a la presidencia estén difundiendo que cuentan con el aval del presidente Medina.
Desenfreno
Entre tanto, los aspirantes al comité central han llenado de afiches y vallas la ciudad de Santiago al tiempo que se han lanzado con fuerza inusitada a los medios de comunicación locales donde las mayoría de las veces las críticas no pasan de la diatriba personal asemejándose a la tradición de la confrontación en el Partido Revolucionario Dominicano y el Reformista Social Cristiano.
Para algunos observadores, los más influyentes de la contienda son dirigentes morados de larga data como Ramón Fadul, Ramón Rodríguez, Fernando Rosa, José Izquierdo y Julio César Valentín.
Resalta que cada uno de estos dirigentes esté promoviendo a sus propios familiares, amigos o cónyuge como nuevos miembros del comité central, lo que es visto por algunos de los dirigentes emblemáticos de esta localidad que se mantienen al margen de la disputa como una “degeneración del partido fundado por Juan Bosch”.
Monchi Fadul, poderoso dirigente del comité político, promueve a su hijo Víctor Fadul para el comité central, el presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, promueve a su hermano Mayobanex Martínez y Ramón Rodríguez, presidente del partido en Santiago, apuesta por su esposa Eugenia Fernández. Asimismo, el danilista Fernando Rosa respalda a su cuñado Luis Estévez, el senador Julio César Valentín promueve a su asistente personal Benedicto Hernández.
En la competencia por el comité central participa también el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, quien promueve a su asistente personal Conrado Abud; el diputado Demóstenes Martínez hace lo mismo por su asistente político Sergio Beato, mientras José Izquierdo, quien luce quedarse en minoría, promueve a varios de su equipo político.
Aunque los protagonistas visibles de la confrontación lucen ser, por un lado, el leonelista José Izquierdo y, por otro, los danilistas Fernando Rosa y Ramón Rodríguez, ambos miembros del comité central, por lo bajo se identifican como partes de la disputa el senador Julio César Valentín, el diputado Abel Martínez y el ministro de Interior Ramón Fadul.
José Izquierdo, quien se presenta en Santiago como vocero del grupo de la facción que encabeza Leonel Fernández, mantiene una crítica permanente a las ejecutorias del gobierno, llegando incluso a descalificar al ministro de Educación Carlos Amarante Baret y promover paralizaciones y protestas de los profesores.
"El gobierno de Danilo Medina ha engañado a los profesores con promesas que no se han cumplido, existe una situación de desesperación entre los maestros que ya no aguantan más y que demandan atención inmediata de sus reclamos”, dijo Izquierdo al respaldar las movilizaciones locales del magisterio.
El grupo de funcionarios y dirigentes del PLD advierten a Medina que el proselitismo interno extemporáneo “distrae y genera gran confusión”, aparte de que disloca los trabajos del congreso que debe renovar la estructura de la organización.El dirigente peledeísta también encabeza la promoción abierta de la candidatura presidencial de Leonel Fernández y sus propias aspiraciones a la candidatura a síndico por Santiago.
El más reciente episodio de la confrontación en el PLD aconteció la semana pasada durante una reunión de funcionarios y dirigentes morados del Cibao en Moca, donde según fuentes de 7dias.com.do se criticó duramente el desborde de la campaña electoral a destiempo protagonizada por ministros del gobierno. Trascendió que allí también se decidió cerrarle el paso en el Congreso Norge Botello a los leonelistas del Cibao que aspiran a ser miembros del comité central.
Los presentes en la reunión de Moca, entre ellos Freddy Hidalgo, ministro de Salud Pública; Olgo Fernández, director del INDRHI; Ramón Rodríguez, administrador general de los Comedores Económicos; Aura Toribio, gobernadora de Santiago y Teresa Inoa, gobernadora de Sánchez Ramírez, decidieron enviar un documento al presidente Danilo Medina donde le comunicaron su malestar y las consecuencias negativas para el gobierno que está teniendo en la región la campaña a destiempo por la candidatura presidencial de varios de sus funcionarios.
El grupo de funcionarios y dirigentes del PLD advierten a Medina que el proselitismo interno extemporáneo “distrae y genera gran confusión”, aparte de que disloca los trabajos del congreso que debe renovar la estructura de la organización.
Otras observaciones señaladas en el documento entregado a Medina son, además la afectación del congreso, la falta de planificación de la extemporánea campaña y el peligro de poner en juego la victoria electoral del partido en las elecciones de 2016. Califican de “preocupante” que algunos de los que se promueven a la presidencia estén difundiendo que cuentan con el aval del presidente Medina.
Desenfreno
Entre tanto, los aspirantes al comité central han llenado de afiches y vallas la ciudad de Santiago al tiempo que se han lanzado con fuerza inusitada a los medios de comunicación locales donde las mayoría de las veces las críticas no pasan de la diatriba personal asemejándose a la tradición de la confrontación en el Partido Revolucionario Dominicano y el Reformista Social Cristiano.
Si algo parece novedoso en la nueva forma de hacer política en el PLD es que cada candidato al comité central más que en su propia trayectoria y metas da la impresión de afincarse en los “padrinos” que declaran sostener sus aspiraciones.Si algo parece novedoso en la nueva forma de hacer política en el PLD es que cada candidato al comité central más que en su propia trayectoria y metas da la impresión de afincarse en los “padrinos” que declaran sostener sus aspiraciones.
Para algunos observadores, los más influyentes de la contienda son dirigentes morados de larga data como Ramón Fadul, Ramón Rodríguez, Fernando Rosa, José Izquierdo y Julio César Valentín.
Resalta que cada uno de estos dirigentes esté promoviendo a sus propios familiares, amigos o cónyuge como nuevos miembros del comité central, lo que es visto por algunos de los dirigentes emblemáticos de esta localidad que se mantienen al margen de la disputa como una “degeneración del partido fundado por Juan Bosch”.
Monchi Fadul, poderoso dirigente del comité político, promueve a su hijo Víctor Fadul para el comité central, el presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, promueve a su hermano Mayobanex Martínez y Ramón Rodríguez, presidente del partido en Santiago, apuesta por su esposa Eugenia Fernández. Asimismo, el danilista Fernando Rosa respalda a su cuñado Luis Estévez, el senador Julio César Valentín promueve a su asistente personal Benedicto Hernández.
En la competencia por el comité central participa también el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, quien promueve a su asistente personal Conrado Abud; el diputado Demóstenes Martínez hace lo mismo por su asistente político Sergio Beato, mientras José Izquierdo, quien luce quedarse en minoría, promueve a varios de su equipo político.