La reunión el pasado viernes
con Miguel Vargas Maldonado puede ser el inicio de un proceso que
conduzca al entendimiento y la unidad que reclaman el país y la
militancia del Partido Revolucionario Dominicano, declaró este domingo
en la tarde el expresidente Hipólito Mejía, al referirse al encuentro
con su contricante.
En una escueta declaración enviada a la prensa, Mejía confirma lo ya sabido: que el encuentro fue promovido por el exsecretario de las Fuerzas Armadas, José Miguel Soto Jiménez y que en su transcurso decidieron “restablecer” las relaciones, rotas desde que en marzo de 2011 se enfrentaran por la candidatura presidencial en una convención cuyos resultados Vargas Maldonado no aceptó.
“Como persona que practica el diálogo y la transparencia en mi vida pública y privada, informo a la opinión pública y a la militancia del Partido Revolucionario Dominicano que el pasado viernes 2 de mayo del año en curso sostuvimos una reunión con el ingeniero Miguel Vargas Maldonado en la cual decidimos restablecer nuestras relaciones”, dice Mejía en su declaración.
La primera información sobre la reunión fue ofrecida este sábado por Vargas Maldonado en su cuenta de Twitter.
Las contradicciones se agudizaron cuando en enero pasado la facción de Vargas Maldonado decidió "expulosar" del PRD a Mejía y otros dirigentes seguidores suyos: Andrés Bautista, presidente en funciones, Orlando Jorge Mera, secretario general, y Geanilda Vásquez, secretaria de organización, estos dos últimos por dos años. El grupo de Mejía ha venido insistiendo en que la solución al conflicto es la convocatoria este año de una convención para elegir nuevas autoridades pero Vargas asegura que se debe respetar la institucionalidad que él representa y que las elecciones internas de la organización se celebrarán en 2014.
Empero, por solicitud de un dirigente del propio grupo de Vargas Maldonado, la Junta Central Electoral expidió una certificación de conformidad con la cual la presidencia de Vargas Maldonado termina en julio próximo.
En una escueta declaración enviada a la prensa, Mejía confirma lo ya sabido: que el encuentro fue promovido por el exsecretario de las Fuerzas Armadas, José Miguel Soto Jiménez y que en su transcurso decidieron “restablecer” las relaciones, rotas desde que en marzo de 2011 se enfrentaran por la candidatura presidencial en una convención cuyos resultados Vargas Maldonado no aceptó.
“Como persona que practica el diálogo y la transparencia en mi vida pública y privada, informo a la opinión pública y a la militancia del Partido Revolucionario Dominicano que el pasado viernes 2 de mayo del año en curso sostuvimos una reunión con el ingeniero Miguel Vargas Maldonado en la cual decidimos restablecer nuestras relaciones”, dice Mejía en su declaración.
La primera información sobre la reunión fue ofrecida este sábado por Vargas Maldonado en su cuenta de Twitter.
Las contradicciones se agudizaron cuando en enero pasado la facción de Vargas Maldonado decidió "expulosar" del PRD a Mejía y otros dirigentes seguidores suyos: Andrés Bautista, presidente en funciones, Orlando Jorge Mera, secretario general, y Geanilda Vásquez, secretaria de organización, estos dos últimos por dos años. El grupo de Mejía ha venido insistiendo en que la solución al conflicto es la convocatoria este año de una convención para elegir nuevas autoridades pero Vargas asegura que se debe respetar la institucionalidad que él representa y que las elecciones internas de la organización se celebrarán en 2014.
Empero, por solicitud de un dirigente del propio grupo de Vargas Maldonado, la Junta Central Electoral expidió una certificación de conformidad con la cual la presidencia de Vargas Maldonado termina en julio próximo.


Cuando se
cumplen dos meses de la muerte del presidente Hugo Chávez, su sucesor,
Nicolás Maduro, sigue imitándolo. En 2006, Chávez buscaba una metáfora
en los infiernos para calificar a George W. Bush: «El diablo está en
casa. Ayer el diablo vino aquí. En este lugar huele a azufre», decía en
referencia a la participación del presidente de EE UU en la Asamblea
General de Naciones Unidas. Ayer, su pupilo también describía a su
homólogo estadounidense, Barack Obama, como el «jefe mayor de los
diablos». «Estamos defendiendo las instituciones, la paz, la democracia,
al pueblo de Venezuela (...), podemos sentarnos con quien sea, hasta
con el jefe mayor de los diablos: Obama», dijo Maduro en un acto público
en el Cuartel de la Montaña, donde se hallan los restos del fallecido
Hugo Chávez.