Es apellido Medina el coronel de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) investigado por supuestamente recoger documentos y una caja fuerte de la residencia del ex oficial José Amado González González, momentos después de que éste fuera acribillado a balazos frente a su casa.
Familiares cercanos al coronel asesinado revelaron que los padres de González y González han sido llamados por los organismos investigativos para ser interrogados, y en todo momento han negado la acusación que se le hace al coronel Medina.
Lamentaron que ese oficial, cuyo primer nombre dijeron no recordar, “esté detenido siendo inocente”.
Contaron que Medina fue a la residencia de González y González momentos después de su asesinato, atendiendo a un llamado que le hizo su amigo y hermano de la víctima, Reynaldo González, para que lo acompañara a buscar a las hijas del asesinado agente que se encontraban aterradas en el apartamento.
Según el relato, Ashely, la hija mayor de González y González, a quien comunicó primero la nefasta noticia de sus padres fue a una amiguita residente en La Romana, a través de un correo electrónico, y luego llamó a su tío Reynaldo quien, antes de acudir al llamado, fue a buscar a Medina para ir juntos al lugar donde se cometió el crimen.
Los familiares cercanos al ex coronel asesinado niegan que Medina se haya llevado documentos u otras pertenencias del apartamento de González González, como se afirma.
Aseguran que en la caja de seguridad que las autoidades incautaron solo había “papeles sin importancia”.
El funeral
La Capilla “E” de la Funeraria Blandino, donde están expuestos los restos del ex coronel González González, asesinado a balazos el jueves, lucía vacía ayer.
Mayor que los deudos parecía ser la cantidad de agentes encubiertos que se confundían con otros visitantes en la Funeraria ubicada en la avenida Abraham Lincoln.
En el salón, apenas una veintena de personas, entre familiares y amigos, miraban un féretro gris que no fue abierto por decisión de la viuda de la víctima, Madeline Bernard de González, quien permanece internada en la Clínica Abréu, a causa de tres heridas de bala que recibió durante el ataque.
Cuadro de dolor
La única escena de dolor visible en la funeraria la protagonizaban las dos hijas mayores del coronel asesinado: Ashley, de 14 años, tumbada en un sillón como ausente de una realidad que parece no asimilar, y Amanda, de 12, cuyo llanto de dolor clamando por “mi papi”, laceraba el silencio y hacía brotar lágrimas inesperadas en algunos de los presentes.
¿Qué culpa tienen los hijos de lo que hacen sus padres?, se oyó murmurar a una de las presentes.
Los familiares cuentan que la madre del ex coronel González González está muy apenada por la forma en que murió el menor de sus seis hijos, tan solo un año después de sufrir la pérdida de otra hija menor durante un parto. Del padre, José Amado González, dicen que prefiere no hablar del caso.
DNCD desmiente
Ayer tarde una fuente de la Procuraduría informó que en la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) se investigaba a cuatro personas con relación al asesinato del coronel José Amado González González, pero el organismo antinarcóticos negó la versión. La fuente no especificó si se trataba de militares, policías o civiles, pero el vocero de la DNCD, Roberto Lebrón, dijo a Hoy que no tiene conocimiento sobre esa información y negó que se haya investigado a nadie sobre ese caso en la sede de la entidad.
Mayor afirma reportó pérdida placa
El ex mayor del Ejército Nacional Bienvenido Antonio Saviñon Aybar, a quien estaba asignada la placa placa 0E00234 perteneciente a esa institución y que fue encontrada en el vehículo en que asesinaron al ex coronel José Amado González González, se presentó ayer de forma voluntaria al Palacio de la Policía “para responder cualquier pregunta que tengan sobre ese caso”.
Saviñon Aybar aseguró que la placa le fue robada en noviembre cuando estaba en una recepción, lo cual, dijo, reportó a las autoridades. Se presentó acompañado del encargado de Asuntos Internos del Ejercito Nacional, coronel Miguel Antonio Matos y de un abogado que no fue identificado.
“Yo vengo aquí para ver si alguien me pregunta oficialmente, y entonces yo responder lo que tenga que responder con relación a eso. No tengo nada que ver con placa ni con vehículos ni con esos crímenes de que se están hablando”, dijo Saviñon al llegar a la sede de la Policía. Fue interrogado por el jefe de Investigaciones Criminales de la Policía, Enrique Pérez, y un procurador adjunto que no fue identificado.
Informó que desde que supo la información se puso en contacto y a disposición de las autoridades y que fue interrogado por miembros de la Dirección Nacional de Drogas (DNCD) y el organismo de inteligencia del Ejército (J-2).
El ex mayor negó que haya conocido al ex coronel González González y que se enteró por los medios de comunicación de que la placa era usada en un vehículo del narcotráficante José Figueroa Agosto.
Saviñón Aybar, antes de ser interrogado, solo respondió a periodistas que había reportado la placa como perdida hace dos meses y que esperarán a que respondiera a las preguntas de las autoridades. “Si es posible, hasta yo los convoco para que el país esté edificado”, se ofreció. Tiene 39 años y confirmó que fue cancelado del Ejército en 2005, con casi 20 años en servicio.