El gobierno de facto de Roberto Micheletti restableció ayer en la noche el toque de queda
TEGUCIGALPA. AFP. El presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, anunció ayer que inició un diálogo con el gobierno de facto de Roberto Micheletti, cuyos partidarios marcharon en Tegucigalpa, mientras la OEA busca ayudar a solucionar la crisis con el envío de una nueva misión.
"En este momento quiero decir que ya inició el proceso de diálogo con las fuerzas vivas de la nación", expresó Zelaya a una radioemisora hondureña luego de recibir al obispo auxiliar de Tegucigalpa, Juan José Pineda, en la embajada de Brasil, donde permanece refugiado desde que volvió al país el lunes.
Zelaya dijo que la noche del miércoles se entrevistó también con "un representante del gobierno de facto", a quien no quiso identificar. "No avanzamos nada por la posición tan inflexible que tienen (los miembros del gobierno de facto)", afirmó Zelaya, quien regresó a Honduras el lunes, agudizando la crisis hondureña, con enfrentamientos que dejaron dos muertos.
Vestidos con camisetas blancas, miles de simpatizantes del régimen de facto, portando banderas de Honduras y pancartas, marcharon ayer entre la sede de la ONU y las proximidades de la embajada de Estados Unidos, donde gritaron consignas contra el presidente Barack Obama, que apoya la restitución de Zelaya, tal como el resto de la comunidad internacional. "Fuera Mel", "Lula, Lula, llévate esa mula", "para Mel la cárcel" gritaron los manifestantes al pasar cerca de la embajada de Brasil, que se encuentra acordonada por centenares de militares y policías antimotines. Zelaya, derrocado y expulsado del país en un golpe de Estado el 28 de junio, se quedará en la embajada de Brasil el tiempo que "sea necesario para que se resuelva la situación", afirmó el portavoz presidencial brasileño, Marcelo Baumbach. La comunidad internacional hará un nuevo esfuerzo de mediación en Honduras y se espera que una delegación de cancilleres y el secretario general de la OEA, José Miguel In
TEGUCIGALPA. AFP. El presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, anunció ayer que inició un diálogo con el gobierno de facto de Roberto Micheletti, cuyos partidarios marcharon en Tegucigalpa, mientras la OEA busca ayudar a solucionar la crisis con el envío de una nueva misión.
"En este momento quiero decir que ya inició el proceso de diálogo con las fuerzas vivas de la nación", expresó Zelaya a una radioemisora hondureña luego de recibir al obispo auxiliar de Tegucigalpa, Juan José Pineda, en la embajada de Brasil, donde permanece refugiado desde que volvió al país el lunes.
Zelaya dijo que la noche del miércoles se entrevistó también con "un representante del gobierno de facto", a quien no quiso identificar. "No avanzamos nada por la posición tan inflexible que tienen (los miembros del gobierno de facto)", afirmó Zelaya, quien regresó a Honduras el lunes, agudizando la crisis hondureña, con enfrentamientos que dejaron dos muertos.
Vestidos con camisetas blancas, miles de simpatizantes del régimen de facto, portando banderas de Honduras y pancartas, marcharon ayer entre la sede de la ONU y las proximidades de la embajada de Estados Unidos, donde gritaron consignas contra el presidente Barack Obama, que apoya la restitución de Zelaya, tal como el resto de la comunidad internacional. "Fuera Mel", "Lula, Lula, llévate esa mula", "para Mel la cárcel" gritaron los manifestantes al pasar cerca de la embajada de Brasil, que se encuentra acordonada por centenares de militares y policías antimotines. Zelaya, derrocado y expulsado del país en un golpe de Estado el 28 de junio, se quedará en la embajada de Brasil el tiempo que "sea necesario para que se resuelva la situación", afirmó el portavoz presidencial brasileño, Marcelo Baumbach. La comunidad internacional hará un nuevo esfuerzo de mediación en Honduras y se espera que una delegación de cancilleres y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, lleguen a Tegucigalpa este fin de semana para explorar las posibilidades de una solución negociada al conflicto.
sulza, lleguen a Tegucigalpa este fin de semana para explorar las posibilidades de una solución negociada al conflicto.