SANTO DOMINGO.- El Estado dominicano paga cada año un millón 800 mil dólares (RD$64 millones 800 mil) sólo por permanecer como observador en el cada vez más cuestionado Parlamento Centroamericano (Parlacen), un organismo integrado por parlamentarios de Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Panamá, pero cuyas resoluciones nadie está obligado a cumplir, pues no son vinculantes.
Algunos -los menos- quieren pertenecer a este singular Parlamento porque su membresía les garantiza inmunidad; pero aunque nadie lo admite, la razón fundamental por la que muchos políticos dominicanos y centroamericanos quieren seguir perteneciendo o llegar a pertenecer a este organismo regional es económica.
Un ‘sueldito’ de US$4,200
Cada uno de los 22 parlamentarios que el país tiene en el Parlacen cobra unos US$4,200 mensualmente. Su único sacrificio: viajar a Guatemala la última semana de cada mes a participar en la “importante” reunión, cuyas conclusiones pocas veces se conocen y nunca se cumplen.