Santo Domingo.- Familiares de Rolando Florián Feliz, entre ellos hijos menores de edad, lloran desconsoladamente en los parqueos del Instituto Nacional de Patología Forense, mientras los médicos realizan los experticios a su cadáver.
Cinco hijos de Florián con edades entre 12 y 16 años sentados en una calzada lloran, mientras la madre del occiso Carmen Florián permanece recostada en un asiento de una camioneta con los pies sobre el tablero.
Florián Feliz tenía 15 hijos con edades entre meses de nacido y 16 años, e igual número de hermanos todos hijos de doña Carmen.
Florián Feliz tenía 15 hijos con edades entre meses de nacido y 16 años, e igual número de hermanos todos hijos de doña Carmen.
Los familiares esperan para llevarlo a su casa en la calle Nuestra Señora del Rosario número 32 en Barahona, donde lo velarán y planean sepultarlo mañana lunes en el cementerio municipal de su ciudad natal.
El director de Patología Forense, doctor Santo Jiménez Páez, dijo que están trabajando y no ofrecerán detalles hasta que termine el experticio al cadáver.
Rolando Florián Feliz, preso en la cárcel de Najayo por delito de narcotráfico, murió anoche luego de ser baleado en el centro penitenciario por un oficial de la Policía. El recluso había sido trasladado en estado grave de Najayo al hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, y derivado de este centro al hospital Marcelino Vélez Santana, de Herrera, en Santo Domingo, donde falleció a las 12:00
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